Se espera un colapso del vórtice polar en las próximas dos semanas, lo que podría generar temperaturas heladas y afectar los viajes en Norteamérica, Reino Unido y Europa.
Este fenómeno ocurre cuando la estratósfera se calienta rápidamente, debilitando el vórtice y permitiendo que el aire ártico se desplace hacia el sur. En febrero, un evento similar provocó intensas heladas en Estados Unidos.
Según el meteorólogo Paul Pastelok, el vórtice podría moverse hacia Europa y Canadá, afectando la corriente en chorro y causando cambios climáticos extremos entre marzo y abril. Aunque su impacto exacto es incierto, los expertos advierten sobre la posibilidad de condiciones invernales severas.
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