En un giro significativo respecto a su política pasada, Estados Unidos presentó una resolución al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidiendo un alto el fuego en Gaza. Sin embargo, la resolución fue vetada este viernes, marcando un desafío en la postura de Estados Unidos frente al conflicto entre Israel y Palestina.
El proyecto de resolución solicitaba un «alto el fuego inmediato y sostenido… en relación con la liberación de todos los rehenes restantes». Este cambio representa un quiebre respecto a las acciones anteriores de Washington, que había vetado tres resoluciones previas de la ONU que también buscaban un cese al fuego.
Analistas destacan que esta nueva resolución incluía términos que Estados Unidos no había utilizado antes en relación con el conflicto. Frank Lowenstein, ex enviado especial para negociaciones entre israelíes y palestinos durante la administración de Barack Obama, consideró que el término «alto el fuego inmediato» podría haber ayudado a recuperar a Estados Unidos de meses de aislamiento internacional.
Sin embargo, el veto de Rusia fue un golpe a esta iniciativa. Lowenstein criticó esta acción como un intento de mantener a Estados Unidos aislado, incluso cuando la resolución contaba con el respaldo de la mayoría del Consejo de Seguridad. Según él, Rusia priorizó su deseo de aislar a Estados Unidos sobre los intereses de los palestinos en Gaza, quienes necesitan desesperadamente un alto el fuego.
La posición de Estados Unidos como defensor de Israel ha sido objeto de críticas, especialmente en países árabes y en Europa, por su negativa inicial a pedir un alto el fuego en el conflicto de Gaza y su reticencia a traducir críticas verbales en acciones diplomáticas concretas.
Yossi Mekelberg, del grupo de expertos Chatham House de Londres, señaló que aunque ha habido una brecha entre el lenguaje y las acciones de Estados Unidos desde el inicio del conflicto, parece que gradualmente se están acercando, cerrando la brecha paso a paso.
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