El número de muertos por el terremoto de 7.7 grados en Myanmar superó los 2,000, según informó este lunes la junta militar gobernante del país. A tres días del desastre, las esperanzas de encontrar sobrevivientes entre los escombros se desvanecen.
Las autoridades han declarado una semana de luto nacional y ordenaron que las banderas ondeen a media asta en señal de duelo. El sismo también dejó más de 3,900 heridos y 270 personas continúan desaparecidas.
A pesar del apoyo internacional, expertos advierten que la cifra de víctimas podría aumentar, ya que Myanmar enfrenta dificultades para atender la emergencia debido a la guerra civil y la falta de recursos.
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