Por Ana Dora
El pasado viernes 3 de mayo, durante el juicio que se desarrolla en el Centro de Justicia Penal en contra de Eduardo «Cayeyo» por el presunto homicidio del joven Eugenio N, fue ofrecido como prueba por parte de la representación social, la Fiscalía, el audio de la llamada que realizó Eduardo N al servicio de emergencia la madrugada del 5 de mayo del 2017.
En el audio se escucha la voz de Cayeyo algo lenta, arrastrando las palabras, como si estuviera bajo el influjo del alcohol. Admite haber disparado contra una persona, y pide se envíe a alguien.
La llamada* se realizó a las 5:25 am desde un celular y fue recibida por la operadora del C4:
Operadora: 911 ¿Cuál es su emergencia?
Cayeyo: Quiero reportar un homicidio en Fraccionamiento Campestre.
Operadora: ¿Cual es la ubicación?
Cayeyo: Campestre. ¡Coño! mande unos oficiales. Hubo una discusión y se murió una persona. Yo le disparé en defensa propia, ¡coño!
Operadora: ¿Usted está bien?
Cayeyo: ¡Yo estoy bien! Mi nombre es Eduardo
Operadora: ¿Conoce a la persona?
Cayeyo: Esa persona estaba conmigo y se puso violenta, ¡coño! -suena un celular- un segundo
Operadora: ¿Es un hombre?
Cayeyo: Es hombre, me amenazó con un cuchillo y le tuve que disparar. Carajo!! Puede mandar a alguien por favor.
Operadora: ¿Usted está bien?
Cayeyo: Yo estoy bien. Estuvimos tomando él y yo, me amenazó con un cuchillo y yo me defendí carajo!
Operadora: Se atiende el reporte…
Durante el interrogatorio a la Operadora del C4, dijo haber recabado datos durante la llamada, haber canalizado el reporte a sus superiores y enviado una ambulancia, sin embargo Cayeyo proporcionó dos domicilios diferentes, por lo que la ambulancia no tuvo acceso al exclusivo fraccionamiento.
El audio reproducido en la Sala perturbó a más de uno, pues Cayeyo se escucha agonizante en alguna sustancia, seguramente etílica por la lentitud del habla, pero suficientemente lúcido para narrar lo sucedido.
Este juicio se ha convertido en una lucha mediática que exhibe las deficiencias en el Sistema, y mientras los egos de ambas partes se encienden ante un Tribunal en dilema, una víctima y su familia pierden la esperanza de recibir justicia.
*Algunos datos fueron modificados para proteger la privacidad del juicio