El féretro de Isabel II aguarda ya en la catedral de Saint Giles, en Edimburgo, donde la ciudadanía podrá acercarse a despedir a su reina tras el oficio del servicio funerario al que ha asistido la familia real. El martes será trasladada Londres.
El rey Carlos III ha participado junto a sus tres hermanos —Ana, Andrés y Eduardo— en la comitiva que ha acompañado al ataúd hasta la catedral. El príncipe Andrés ha desfilado sin uniforme militar. Fue privado de sus títulos militares tras ser acusado de abuso sexual a una menor.
Los ciudadanos podrán desfilar y dar su despedida a la monarca. Antes de viajar a la capital escocesa, el nuevo rey ha acudido al palacio de Westminster, en Londres, donde los lores y los comunes le han expresado sus condolencias. Carlos III ha agradecido las muestras de cariño en su primer discurso a los parlamentarios: “Espero seguir con determinación y fidelidad el ejemplo de la reina con la ayuda de sus señorías”.
La ceremonia religiosa en homenaje a Isabel II se realizó en la catedral de Saint Giles, en Edimburgo y fue presidida por el pastor de la congregación, Calum MacLeod, el acto ha contado con discursos por parte del moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields y la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon.
Durante el servicio, se han cantado himnos religiosos apreciados por Isabel II, especialmente el salmo 23, que también fue cantado en su boda, en 1947.
Ahora, la catedral quedará abierta para que los ciudadanos puedan presentar sus respetos durante el velatorio. Mientras, el rey Carlos III está de regreso al palacio de Holyrood, donde recibirá a Sturgeon y al Parlamento escocés. Más tarde, volverá a Saint Giles, donde participará en el homenaje.
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