En un acto de fe y devoción, una comitiva de peregrinos partió a pie desde la capital potosina con destino a San Juan de los Lagos, Jalisco. Su único propósito: venerar a la Virgen de la Inmaculada Concepción y expresar gratitud por los milagros que ha realizado. Hombres, mujeres, jóvenes y niños, a pesar de su diversidad, comparten una sola fe que los impulsa a caminar en dirección a San Juan de los Lagos.
Los peregrinos se enfrentan al adverso clima de enero, en pleno invierno, con valentía. Atravesando fríos intensos, lluvias y condiciones climáticas hostiles, avanzan con paso firme hacia su destino. Los sanjuaneros, como son conocidos, realizan este sacrificio en honor a la Virgen, a quien consideran su madre espiritual.
A lo largo de la ruta, la comunidad ha mostrado su generosidad, con personas regalando agua y comida para ayudar a los sanjuaneros. Además, comercios ambulantes ofrecen calzado, chanclas, sudaderas, gorros, cachuchas. Mientras que elementos de la Guardia Nacional, brindan apoyo a lo largo del trayecto.
Esta peregrinación se ha convertido en una tradición arraigada por más de un siglo, atrayendo a generaciones y generaciones de fieles que, movidos por la fe, cumplen con la manda a la Virgen de San Juan de los Lagos. Entre cantos y rezos, los peregrinos atraviesan las sierras de México, llevando consigo la esencia de una tradición que perdura a lo largo del tiempo.