Huehuetlán ha perdido hoy a un símbolo de cultura y tradición, Don Pedro, el hábil violinista que dedicó su vida entera para el municipio y la música, amenizando día a día las calles de Huehuetlán con su violín, instrumento que jamás lo abandonó y fue la herramienta con la que conquistó las calles del pueblo.
Don Pedro viene de un linaje de artistas, su padre fue reconocido en todo el estado por ser un pionero en el terreno de la danza, formando el conocido grupo «Los Huehues de Tandzumadz», ampliamente reconocido y querido en todo el estado.
El seno artístico estuvo presente en toda la vida de Don Pedro, que al ver a su padre cada fin de semana con Los Huehues de Tandzumadz, inculcó en él una semilla artística que no abandonaría hasta el día de su fallecimiento, la música.
Don Pedro se adentro a las filas de Los Huehues, pero no como danzante, encontró su vocación al momento de interpretar melodías en su fiel instrumento, el violín. A la edad de 14 años tuvo muy en claro su camino y se dedicó de lleno a brindarle el acompañamiento musical a Los Huehues en todas sus presentaciones, brindándole a todos los asistentes un espectáculo único.
El día de hoy todo Huehuetlán despide con tristeza y cariño el recuerdo de Don Pedro, quien ya se encuentra a un lado de su padre, listos para continuar su legado en el siguiente paso de la existencia humana.
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