
Todas las personas tenemos derecho a los milagros, para el mundo angelical no existen las personas buenas, las personas malas, indignas o dignas. Para los ángeles todas las personas son seres creados desde la energía del amor, merecedoras de absolutamente todas las maravillas que nos rodean.
Es el ego lo que nubla la mente y la razón de las personas, que al aceptar el miedo, el dolor, la carencia, la envidia, los celos, la enfermedad y todos los sentimientos y experiencias que nos hacen sentir alejados del amor infinito, creando una especie de sueño que nos mantiene dormidos en la obscuridad.
Los ángeles sanadores se encuentran en absolutamente todos lados, en la calle, los hogares, hospitales, centros de sanación, incluso susurrando en tu mente, haciéndote saber que la sanación es tu derecho divino, ayudándote a encontrar experiencias que eleven la vibración de tu alma y de esta manera poder alinearte con el amoroso poder de la sanación.
El Arcángel Rafael quien su nombre significa; Medicina de Dios, es quien comanda el grupo de ángeles que ayudan a sanar a la humanidad y su poder no solo es la sanación física, también la sanación mental, emocional y espiritual.
Acercarse a los ángeles de la sanación es algo muy sencillo, pues ellos no se encuentran separados de todos nosotros, ellos se encuentran a la distancia de un pensamiento y acuden a tu vida inmediatamente que los nombras con el pensamiento.
Recuerdo el caso de Sara, quien llegó a mi consultorio con tristeza profunda y dos intentos de suicidio, cuando le pregunté; ¿Cómo se sentía?, Me contestó, que muy enojada, pues las dos veces que había querido quitarse la vida, había fallado y no entendía porque ni para eso servía. En ese momento sentí como la presencia de sus ángeles descendieron para abrazarla y Sara comenzó a llorar.
Le pedí que pasara a la camilla para poder trabajar desde la visión de su alma y que los ángeles pudieran hacer un trabajo profundo. Así fue como los ángeles comenzaron a trabajar en su alma y le mostraron que se encontraba completamente fracturada debido a las experiencias de dolor que había vivido.
Cuando terminamos la sesión, Sara me contó que sentía como si el centro de su pecho se sintiera sin dolor, que no tenía ganas de llorar y mientras estaba recibiendo su terapia tuvo una experiencia de ver hilos negros que salían de su pecho. Después de aquella sesión, Sara jamás volvió a tener esa tristeza profunda.
Los ángeles sanadores jamás ven a tu alma enferma, carente o víctima de algo. Ellos siempre ven en los seres, la energía de amor infinito, la transparencia del alma y sin ego, esto porque dicen que la enfermedad o los desequilibrios solo son una ilusión que el sueño del ego ha creado para mantenernos atados al sufrimiento.
Existe un poderoso ejercicio de sanación angelical que puedes hacer si quieres sentir o trabajar con la energía y la presencia de los ángeles sanadores, trata de hacerlo en un espacio tranquilo, en silencio.
Te vas a sentar o acostar en el suelo. Vas a inhalar y exhalar. Vas a frotar tus manos para generar energía y las vas a colocar en el centro de tu pecho. Cierras tus ojos y pedirás la presencia del Arcángel Rafael que con su luz verde esmeralda comience a descender y cubrir todo tu cuerpo. Pídele que te coloque dentro de la cámara de sanación y ahí permanecerás unos minutos.
Observa como todo tu cuerpo se cubre con esa poderosa luz de sanación, mientras los ángeles médicos te envían luz a cada una de tus células. De esta manera, al pasar unos minutos sentirás tu cuerpo restaurado.
Puedes hacerlo tan seguido como lo creas conveniente.
Recuerda que no importa dónde te encuentres, siempre hay ángeles en tu camino.
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