El suicidio es la segunda causa de muerte a nivel mundial entre jóvenes de 15 a 29 años. Los especialistas aseguran que la mejor herramienta para frenar los índices es la prevención. En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio te hablamos sobre factores claves para detectar conductas suicidas en tus hijos.
A medida que los niños se convierten en adolescentes, es más difícil para los padres saber cómo se sienten y qué están pensando. ¿Cuándo los cambios de temperamento se convierten en algo de preocupación? Es importante saber qué factores pueden poner al adolescente en riesgo del suicidio
No permita que la depresión o la ansiedad de un adolescente aumente sin control
Tal vez su hijo simplemente esté teniendo un mal día, pero podría ser algo más si dura más de una par de semanas.
9 de cada 10 adolescentes que se quitan la vida cumplían el criterio para un diagnóstico de problemas o trastornos psiquiátricos o mentales, más de la mitad de ellos con trastornos del estado de ánimo, tales como la depresión o ansiedad.
Las personas deprimidas suelen aislarse, cuando en secreto están llorando para que se les rescate. Muchas veces sienten demasiada vergüenza para comunicar su tristeza a otros, incluidos a mamá y papá. Los hombres en particular pueden intentar ocultar sus emociones debido a la creencia errónea de que exhibir vulnerabilidad es una muestra de debilidad.
Escuche a su hijo adolescente, incluso cuando no está hablando
No todos, pero la mayoría de los menores que están pensando en el suicidio (a lo que se le llama ideación suicida) transmiten su estado mental atormentado por medio de conductas conflictivas.
Los estudios han descubierto que un rasgo común de las familias destrozadas por el suicidio de un hijo o una hija es la mala comunicación entre los padres y el hijo. Sin embargo, existen por los general tres o más factores o circunstancias que están presentes al mismo tiempo en la vida del niño cuando él o ella están pensando en quitarse la vida.
Pérdida mayor (por ejemplo, rompimiento de una relación o muerte)
Abuso de sustancias
Presión social o parte de pares
Acceso a las armas de fuego
Humillación pública
Una enfermedad crónica
Agresividad o falta de reflexividad
Historial de suicidio en la familia
Nunca ignore las amenazas de suicido como un melodrama típico de los adolescentes
Cualquier declaración escrita o verbal que diga «Me quiero morir» o «Ya no me importa nada» debe considerarse con seriedad. Con frecuencia, los menores que intentan suicidarse les dijeron a sus padres en repetidas ocasiones que pretendían matarse.
Esté dispuesto a escuchar sin juzgar a lo que realmente está diciendo, que es: “Necesito tu amor y atención porque siento muchísimo dolor y no puedo con esto yo solo”.
Busque ayuda profesional de inmediato
Si la conducta de su hijo adolescente le tiene preocupado, no espere a comunicarse con el pediatra. Contacte a un proveedor de salud mental en su localidad que trabaje con niños para que le haga una evaluación a su niño lo más pronto posible para que su hijo o hija puedan empezar a recibir terapia o asesoramiento si no corren el riesgo de hacerse daño a sí mismos.
Comparta sus sentimientos
Hágale saber a su hijo que no está solo y que todos nos sentimos tristes o deprimidos a veces, incluso las mamás y los papás. Sin minimizar su angustia, reconfórtelo diciéndole que esos malos momentos no durarán para siempre. Dígale que las cosas realmente van a mejorar y que usted puede ayudarle durante la terapia y otros tratamientos para que las cosas mejoren para él o ella.
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