Un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), arroja luz sobre cómo los pequeños organismos microscópicos podrían estar advirtiéndonos sobre futuras extinciones masivas.
Los científicos de Harvard se basaron en un extenso conjunto de datos mundiales de fósiles de foraminíferos planctónicos, diminutas criaturas unicelulares cuyos restos ofrecen valiosas pistas sobre la biodiversidad global. Según explican en un comunicado, descubrieron que los cambios sutiles en la composición de estas comunidades biológicas pueden ser indicadores fiables de eventos ambientales que preceden a las extinciones masivas.
Anshuman Swain, físico especializado en la aplicación de redes a datos biológicos y paleontológicos, y uno de los autores del estudio, destaca: «Nuestro trabajo ofrece nuevos conocimientos sobre cómo responde espacialmente la biodiversidad a los cambios globales del clima, especialmente durante los intervalos de calentamiento global, que son relevantes para las proyecciones de calentamiento futuro».
Los investigadores utilizaron la base de datos Triton para analizar cómo cambió la composición de las comunidades de foraminíferos a lo largo de millones de años. Observaron que antes de un pulso de extinción hace 34 millones de años, las comunidades marinas se volvieron altamente especializadas en todas partes, excepto en las altas latitudes meridionales. Esto significó que los organismos señalados migraron masivamente a latitudes más altas mientras se alejaban de los trópicos.
Este cambio en la distribución de los organismos microscópicos se presenta como una señal reveladora que podría indicar la proximidad de una extinción masiva. Los autores del estudio enfatizan la importancia de monitorear de cerca la estructura de las comunidades biológicas para detectar estos cambios y anticipar eventos de gran magnitud en la biodiversidad mundial.
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