Un posible caso de explotación laboral se podría estar suscitando en el antro conocido como Jotas Room, ubicado a escasos metros del Centro Histórico de la capital potosina en donde, según consta en diversas denuncias de personas que aseguran haber trabajado en este lugar, se vulneran constantemente sus derechos, se les niegan pagos, se les humilla y les obligan a trabajar horas extras con chantajes y amenazas ante la inoperancia de las autoridades que, además, solapan la venta ilegal de bebidas alcohólicas y la recurrente violación de los horarios de funcionamiento permitidos.
Una persona que, asegura, trabajó en el lugar hace un tiempo, pero que pide guardar su identidad por miedo a represalias, asegura que la situación en este lugar traspasa muchos niveles de ilegalidad pues, además de las violaciones de derechos humanos y laborales que se cometen en el establecimiento, existen otras tantas anomalías que han sido solapadas por Comercio, Gobernación y hasta Salud al permitir que, durante la pandemia, se trabaje sin protocolos sanitarios.
La persona denunciante detalla que, en un inicio, fue contactada para ofrecer algunos espectáculos en Jotas Room, por ello se le pagaría cierta cantidad de dinero, sin embargo, luego de presentarse y una vez que quiso cobrar, le dijeron que no se habían juntado los recursos suficientes para cubrir sus honorarios por lo que se le pidió un poco de paciencia, pero también el apoyo para próximas presentación, cuestiones a las que accedió. Pasaron los días y no hubo pago, al final, tras varios pleitos sólo se le dio una parte de todo lo que se le debía.
Comenta que, en el mismo lugar conoció a varios meseros y demás trabajadores que se encontraban en la misma situación a los que, además, humillaban colgándose de cualquier falla o error que tuvieran durante su desempeño como trabajadores del antro, recurriendo a cuestiones personales, inseguridades y otros aspectos que atentaban contra su integridad.
Cabe recordar que Jotas Room ha sido clausurado en varias ocasiones por diversos motivos, sin embargo, de un momento a otro reabre gozando de impunidad y de la protección de distintas autoridades.