Los estadounidenses se dirigen a las urnas para concluir una campaña electoral amarga y polarizadora, con una cita en la que el presidente, Donald Trump, tratará de remontar la ventaja que su rival demócrata, Joe Biden, ha mantenido en las encuestas hasta el último día.
La votación pone fin a una campaña dominada por la pandemia del coronavirus, que en EEUU se ha cobrado la vida de más de 231.000 personas y ha dejado a millones sin trabajo, y por las protestas nacionales contra el supuesto racismo institucional del país.
Biden, que ha enfocado la contienda como un referéndum sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte de Trump, prometió esfuerzos renovados para combatir la pandemia, arreglar la economía y salvar la división política de Estados Unidos. El demócrata ha mantenido a lo largo de toda la campaña una ventaja relativamente estable en los sondeos.
#EFETV | Elecciones en EE.UU.: El día decisivo de la batalla electoral entre Trump y Biden. #ElectionDay
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— EFE Noticias (@EFEnoticias) November 3, 2020
Sin embargo, Trump está lo suficientemente cerca en los estados indecisos como para reunir los 270 votos del Colegio Electoral, estado a estado, necesarios para ganar la presidencia.
En 2016 derrotó a la demócrata Hillary Clinton a pesar de perder el voto popular nacional por unos 3 millones de papeletas.
Hasta el lunes por la noche ya habían sido emitidos en persona o por correo más de 98 millones de votos anticipados, según el Proyecto de Elecciones de EEUU de la Universidad de Florida, una cifra récord que obedece al alto interés que han despertado estos comicios y al temor a los contagios del virus.
La cifra equivale a alrededor del 71,4% de toda la participación en 2016 y representa alrededor del 40% de todos los estadounidenses que están legalmente habilitados para votar.
Trump ha cuestionado la integridad de los resultados de las elecciones durante meses, afirmando que el voto por correo es un fraude, y no se ha comprometido a una transferencia pacífica del poder en caso de derrota.
La incertidumbre y la perspectiva de prolongadas batallas legales han alimentado una ansiedad sin precedentes sobre el resultado y las consecuencias de las elecciones.
Varias ciudades están cerrando sus edificios en previsión de posibles protestas, incluso alrededor de la Casa Blanca y en la ciudad de Nueva York. El famoso complejo comercial de Rodeo Drive, en Beverly Hills (California), estará cerrado el martes, según dijo la policía.
Los estadounidenses también decidirán el martes qué partido político controlará el Congreso de EEUU durante los próximos dos años. Los demócratas quieren recuperar la mayoría del Senado y todo apunta a que mantendrán el control de la Cámara de Representantes.
Los primeros centros de votación abrirán en algunos estados del Este a las 6 a.m. (1100 GMT) del martes.
Con información de Ruters
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