Debido a las restricciones sanitarias y de movilidad como consecuencia a la pandemia por Covid-19, miles de personas han tenido que hacer filas durante casi 5 horas para poder realizar un pequeño cruce, que en tiempos normales no les tomaba más de unos minutos, para poder llegar a su trabajo en Estados Unidos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó que la movilidad en la frontera tras las restricciones sanitarias en las garitas, han disminuido de 52 por ciento en vehículos y 76 por ciento a píe.
Cientos de commuter, personas que viven en México pero laboran en Estados Unidos, se han visto afectado debido a las nuevas limitaciones en viajes que el gobierno de Estados Unidos incremento para frenar la expansión del coronavirus en su territorio. Aunque su labor entra en actividad esencial su horario ha sufrido un enorme cambio debido al cierre de garitas y el tiempo en que estas permanecen abiertas.
La semana pasada algunas personas reportaban una espera de hasta cinco horas para poder realizar el cruce, mismo que en otros tiempos no les tomaba más de unos minutos. Esta situación ha provocado que cientos decidan quedarse a dormir en las cercanías a la espera de ser los primeros en atravesar la frontera y así llegar a tiempo a sus trabajos.
Son las tres de la mañana y la fila de autos parados en la línea fronteriza es impresionante, permanecerán ahí al menos otras tres horas más hasta que la puerta sea abierta en punto de las 6:00 am. Los menos afortunados tendrán que realizar la espera sentados o dormidos sobre la fría acera, pues el trafico a pie también ha sido limitado y todos deben hacer fila a la intemperie soportando los 10 grados o menos de temperatura registrado durante los últimos días antes del amanecer.
Vendedores de desayunos y paisanos adoloridos y con sueño, que han reducido su jornada de descansa a 4 horas o menos para poder llegar a tiempo a sus trabajos, se hacen compañía, hombro a hombro cada madrugada, agradecidos de regresar a trabajar aunque sea en estas condiciones. “Si me tengo que levantar un día antes, pues lo hago, lo que sea para no perder el trabajo, dice una Clara. Una trabajadora mexicana, mientras desayuna y se recuesta en el duro piso.
Con información del Universal