Varios estados de México han tomado la decisión de detener la distribución de los nuevos libros de texto gratuitos, debido a la controversia que ha surgido por su contenido. Esta situación ha llevado a autoridades locales a tomar medidas para garantizar la calidad de la educación y el contenido de los materiales de estudio.
En Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro anunció que su administración acatará la resolución emitida por el Poder Judicial, que está relacionada con la falta de publicación de los programas educativos. Alfaro argumentó que la educación pública en Jalisco puede seguir adelante sin problemas, ya que desde hace más de cuatro años se ha estado construyendo un proyecto educativo estatal que no depende exclusivamente de los libros de texto gratuitos.
Por su parte, Coahuila también se ajustará al proceso legal que instruyó detener la distribución de los libros de la Secretaría de Educación Pública (SEP). El secretario de Educación del estado, Francisco Saracho Navarro, anunció que se está trabajando junto a expertos, docentes y padres de familia para revisar el contenido de los libros, abordar errores detectados y enfrentar la disminución de contenido en materias clave.
Además, se utilizarán recursos jurídicos contemplados en la ley para evaluar y, si es necesario, reponer el proceso, asegurando la calidad de los planes educativos y los materiales de estudio. Como parte de esta respuesta, se diseñarán materiales adicionales para fortalecer la enseñanza de Español y Matemáticas.
La Secretaría de Educación de Yucatán indicó que, en cumplimiento de un mandato judicial, los libros de texto permanecerán resguardados en bodegas y solo serán distribuidos si así lo dispone el Gobierno Federal.
En Chihuahua, la gobernadora Maru Campos calificó el contenido de los libros como «una basura» y anunció que no se distribuirán a los alumnos. En su lugar, se buscarán alternativas para asegurar que los estudiantes de nivel básico continúen aprendiendo a lo largo del ciclo escolar.