Los límites son normas y líneas que establecemos para proteger nuestro tiempo, espacio y energía personal, son una manera de decirle a las personas cómo debe tratarnos y cómo debemos tratarnos nosotros mismos, y esto nos permite tener relaciones más saludables y equilibradas.
Muchas veces nos resulta difícil establecer límites, ya sea porque no queremos lastimar los sentimientos de quienes nos rodean o porque no sabemos cómo hacerlo de manera asertiva, algunas veces podemos llegar incluso a tener miedo de enfrentar el rechazo o el enojo de otras personas, sin embargo, establecer límites saludables nos ayuda no solo en nuestra propia salud y bienestar, sino también para tener relaciones más saludables y felices.
Existen diferentes tipos de límites que podemos establecer en nuestras relaciones personales, algunos ejemplos de límites saludables son:
Decir “no” cuando sea necesario
A veces algunas persnas pueden pedirnos cosas que van en contra de nuestros propios límites o que nos ponen en una situación incomoda, en casos como estos es importante aprender a decir “no” de manera asertiva y sin sentirnos culpables, esto no se refiere a ser egoístas o poco cooperativos, establecer límites es una forma de respetarnos y respetar a los otros.
Respetar los límites de los demás
De igual manera que quieres que sean respetados tus limites debes respetar el derecho a decir “no” de otras personas, debemos respetar los límites de otros para que así sean respetados los nuestros, ya sea en cuanto a tiempo, espacio personal o como quieren ser tratadas.
Establecer límites de tiempo y espacio personal
Es muy importante tener tiempo y espacio dedicado a nuestro propio bienestar, y eso incluye tener tiempo para descansar, relajarse y hacer las cosas que nos gustan, estableciendo límites de tiempo y espacio personal evitas que otras personas invadan ese tiempo tuyo sin permiso.
Y bien, ¿cómo podemos establecer límites saludables en nuestras relaciones? Lo principal es ser claros y directos al comunicar nuestras necesidades, es decir, si tu eres una persona introvertida y convives con personas extrovertidas puedes expresarles tu necesidad de tiempo a solas o de actividades diferentes.
Recordemos que la asertividad nos permite expresar nuestras emociones, necesidades y opiniones de manera clara y respetuosa, sin agredir ni lastimar a nadie.
Cuando no tenemos límites claros podemos sentirnos abrumados o utilizados por los demás, lo que lleva a los conflictos en las relaciones, al establecer límites claros y respetarlos podemos evitar estos problemas y construir relaciones más satisfactorias y saludables.
Estefanía López Paulín
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