En las últimas décadas, los avances en paleontología han permitido descubrir detalles sobre la esperanza de vida de los dinosaurios gracias al análisis de anillos de crecimiento en huesos fosilizados. Esta técnica, similar al método utilizado para datar árboles antiguos, ha revolucionado el estudio de estos animales al ofrecer estimaciones precisas sobre cuántos años vivían realmente.
Contrario a la creencia de que su enorme tamaño podría relacionarse con una vida excepcionalmente larga, los estudios han demostrado que muchos dinosaurios tenían una vida relativamente corta, con una esperanza de vida promedio entre 20 y 30 años.
Un caso emblemático es el de «Sue», el famoso espécimen de Tyrannosaurus rex exhibido en el Museo Field de Chicago. Este fósil, uno de los más completos y mejor conservados de su especie, ha sido clave en estos hallazgos. Mediante el análisis de sus huesos, los científicos determinaron que Sue murió a los 28 años.
La técnica de análisis de anillos de crecimiento óseo permite a los paleontólogos estimar la edad de un dinosaurio en el momento de su muerte, así como identificar patrones de crecimiento y condiciones de vida en diferentes etapas de su desarrollo. Cada anillo en los huesos representa un año de vida, similar al proceso de datación en árboles.
