La Iglesia católica, a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expresó que con la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sienten un mayor grado de apertura y escucha, particularmente en temas como la violencia y la división de poderes.
Monseñor Ramón Castro Castro, presidente de la CEM y obispo de Cuernavaca, destacó que durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador la Iglesia «suplicó» revisar la estrategia de seguridad basada en la política de “abrazos, no balazos,” señalando que no daba los resultados esperados.
“Hubiéramos querido más diálogo… Le suplicamos que pudiera revisar la estrategia de seguridad porque lo dijimos: abrazos, no balazos, veíamos que no daba el resultado”, comentó Castro Castro.
El obispo agregó que, durante su reciente reunión con Sheinbaum, abordaron preocupaciones como la violencia en el país, el fortalecimiento del Estado de derecho y la división de poderes. La atención prestada por la mandataria les dio esperanza. “Nos sentimos escuchados. El habernos escuchado y sentido el dolor fue algo que nos llenó de esperanza”.
Por su parte, monseñor Jaime Calderón, arzobispo de León y vicepresidente de la CEM, enfatizó que la postura de la Iglesia no busca favorecer opiniones, sino centrarse en la realidad que vive México, donde la violencia continúa extendiéndose.