En una escalofriante experiencia, Omer Bloch recuerda poco de una cita pactada a través de Tinder en Medellín, Colombia. Después de despertar, se dio cuenta de que no solo enfrentaba problemas de memoria, sino que también había sido víctima de robo. La causa: escopolamina, una droga conocida como la «droga de la violación».
La escopolamina, un alcaloide presente en plantas como el floripondio, se utiliza en dosis bajas para tratar diversas afecciones, pero en manos equivocadas, se convierte en un instrumento para delincuentes. Diana Pava, toxicóloga colombiana, explica que la escopolamina se extrae de las flores y se diluye en bebidas de víctimas desprevenidas.
El Dr. Carlos Damin señala que la administración oral es la forma más común de suministrar la droga. Sin embargo, también se oculta en dulces, chocolates, café, refrescos e incluso en infusiones. Incluso la inhalación a través de cigarrillos es factible, según expertos.
Los efectos de la escopolamina, que incluyen pasividad, desorientación, alucinaciones, sed, visión borrosa y escalofríos, pueden ser devastadores. Pava advierte que, en dosis altas y combinada con alcohol, la escopolamina puede ser letal.
La Asociación Toxicológica Argentina ofrece consejos para evitar ser víctima de esta droga:
– No aceptar bebidas, dulces o cigarrillos de desconocidos en eventos sociales, bares o discotecas.
– No dejar botellas o vasos de bebida abandonados y luego consumirlos.
– No aceptar demostraciones de productos, como inhalaciones de perfumes, de desconocidos en lugares sospechosos.
