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Es un hecho, existe una conexión literal entre cuerpo y mente en nuestro cerebro

Un nuevo estudio publicado en Nature revela una conexión directa entre las partes del cerebro que controlan el movimiento y las redes implicadas en el pensamiento y la planificación, lo que demuestra un vínculo tangible entre el cuerpo y la mente.   

La investigación demuestra qué, partes del cerebro que controlan el movimiento están conectadas a redes implicadas en el pensamiento y la planificación, y en el control de funciones corporales involuntarias como la presión arterial y los latidos del corazón.   

Esta nueva red podría ayudar a explicar algunos fenómenos desconcertantes, como por qué la ansiedad hace que algunas personas quieran pasearse de un lado a otro, o por qué estimular el nervio vago, que regula funciones orgánicas internas como la digestión y el ritmo cardiaco, puede aliviar la depresión, también por qué las personas que hacen ejercicio con regularidad manifiestan una visión más positiva de la vida. 

«Meditar puede ser muy útil para las personas con ansiedad, por ejemplo, pero hasta ahora no ha habido mucha evidencia científica de cómo funciona. Ahora hemos encontrado una conexión.» Según el investigador, el estudio halla el lugar en el que la parte de la mente más activa y orientada a objetivos se conecta con las partes del cerebro que controlan la respiración y el ritmo cardíaco, «si calmas una de ellas, debería tener efectos de retroalimentación en la otra». 

Algunos experimentos con imágenes mostraron que, si bien las áreas no relacionadas con el movimiento no se activaban durante el movimiento, sí lo hacían cuando la persona pensaba en moverse. Dosenbach y Gordon bautizaron su red recién identificada Red de Acción Somato (cuerpo)-Cognitiva (mente), o SCAN. 

Para entender cómo se desarrollaba y evolucionaba la red escanearon los cerebros de un recién nacido, un niño de un año y un niño de nueve años; también analizaron datos recogidos previamente en nueve monos. 

La red no era detectable en el recién nacido, pero era claramente evidente en el niño de 1 año y casi adulta en el de 9 años. Los monos tenían un sistema más pequeño y rudimentario, sin las extensas conexiones que se observan en los humanos. 

«Es posible que empezara como un sistema más sencillo para integrar el movimiento con la fisiología, de modo que no nos desmayáramos, por ejemplo, al ponernos de pie», explica Gordon.  

Pero a medida que evolucionamos hasta convertirnos en organismos que piensan y planifican de forma mucho más compleja, el sistema se ha mejorado para incorporar muchos elementos cognitivos muy complejos.  

Estos descubrimientos son realmente importantes porque podrían brindarnos un campo más amplio en el entendimiento de como nuestra mente tiene una muy estrecha relación con nuestro cuerpo y así poder saber más acerca de nuestros comportamientos y síntomas. 

 

Estefanía López Paulín 
Contacto: psc.estefaniapaulin_uaslp@hotmail.com
Número: 4881154435 

 

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