
La mariguana es una de las sustancias psicoactivas más consumidas en el mundo, ya sea con fines recreativos o medicinales. Sin embargo, el debate sobre sus efectos en la salud y la posibilidad de una sobredosis ha generado preguntas entre usuarios y especialistas. A diferencia de sustancias como los opioides, que pueden causar sobredosis fatales al inhibir funciones básicas como la respiración, el caso de la mariguana es más complejo.
Técnicamente, una sobredosis de mariguana es posible, pero es poco probable que resulte mortal. Según estudios científicos, para que una dosis de cannabis cause la muerte, una persona tendría que consumir una cantidad descomunal en un corto periodo de tiempo. Se estima que la dosis letal teórica implicaría fumar o ingerir cientos de gramos de THC (el compuesto psicoactivo de la planta) en cuestión de horas, algo prácticamente imposible de lograr de manera realista.
Aunque no sea mortal, el consumo elevado de mariguana puede provocar una “sobredosis no letal”, conocida como intoxicación aguda por THC. Esta condición puede desencadenar síntomas físicos y psicológicos intensos, como:
•Ansiedad severa o ataques de pánico
•Alucinaciones o confusión
•Taquicardia (aumento del ritmo cardíaco)
•Náuseas o vómitos intensos (conocido como síndrome de hiperemesis cannabinoide)
•Mareo, desorientación o paranoia
Estos síntomas, aunque alarmantes, suelen ser temporales y desaparecen con el tiempo. Sin embargo, pueden requerir atención médica en casos extremos, especialmente si el afectado presenta problemas cardiovasculares preexistentes.
Los productos comestibles que contienen mariguana, como brownies o gomitas, presentan un mayor riesgo de intoxicación accidental. Esto se debe a que el THC tarda más en hacer efecto cuando es ingerido, lo que puede llevar a consumir dosis adicionales al creer que la primera no fue efectiva. El resultado es una acumulación de THC en el organismo y una experiencia mucho más intensa de lo esperado.
Para evitar episodios de intoxicación, los expertos recomiendan:
•Comenzar con dosis bajas, especialmente si es la primera vez que se consume.
•Esperar el tiempo adecuado antes de consumir más, sobre todo con productos comestibles.
• Evitar mezclar mariguana con alcohol u otras sustancias que potencien sus efectos.
•Mantener los productos fuera del alcance de niños y mascotas, quienes son más susceptibles a una intoxicación accidental.
Aunque el riesgo de una sobredosis letal de mariguana es extremadamente bajo, el consumo excesivo puede generar efectos adversos significativos. La clave está en consumir de manera responsable, conocer los propios límites y, en caso de experimentar síntomas preocupantes, buscar atención médica de inmediato.
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