Tronarse los dedos es una práctica común para muchas personas, que lo hacen por hábito, alivio o incluso como una forma de liberar estrés. Sin embargo, la pregunta de si esta práctica puede tener efectos negativos a largo plazo sigue siendo un tema de interés tanto para el público general como para los especialistas en salud.
¿Qué sucede cuando te truenas los dedos?
El sonido característico de tronarse los dedos proviene de la liberación rápida de gas atrapado en el líquido sinovial, un fluido viscoso que lubrica las articulaciones. Este gas se forma cuando se estira la cápsula articular, lo que reduce la presión en el líquido y permite que se liberen burbujas de gas. Cuando estas burbujas estallan, se produce el sonido.
¿Es perjudicial para la salud?
El Dr. Donald Unger, un médico estadounidense, dedicó más de 60 años a tronarse los dedos de una mano diariamente y a evitar hacerlo en la otra para investigar si había algún impacto negativo en las articulaciones. Su estudio personal, que le valió un premio Ig Nobel, concluyó que no había diferencia significativa entre ambas manos en términos de artritis u otros problemas articulares.
La Dra. Audrey Lynn, reumatóloga del Hospital General de Massachusetts, señala que no hay evidencia científica sólida que vincule directamente el tronarse los dedos con el desarrollo de artritis. «El temor de que esta práctica cause artritis es un mito generalizado, pero los estudios no respaldan esta afirmación», dice Lynn. Sin embargo, advierte que hacerlo excesivamente podría llevar a otros problemas menores, como el desgaste de los tejidos blandos que rodean las articulaciones, lo que en casos extremos podría causar hinchazón o debilidad temporal en la mano.
¿Cuándo es motivo de preocupación?
Aunque tronarse los dedos no parece estar relacionado directamente con la artritis, algunas personas pueden experimentar dolor o inflamación después de hacerlo. Según el Dr. José Hernández, especialista en ortopedia, «si alguien experimenta dolor constante o crónico al tronarse los dedos, podría ser una señal de que algo más está sucediendo en la articulación, como una lesión previa o una condición subyacente que requiere atención médica.»
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