Las enfermedades vectoriales son un gran problema de salud en México y la región de Latinoamérica. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas representan el 17% de todas las enfermedades infecciosas y al año provocan más de 700 mil muertes. Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alerta que estas enfermedades ponen en riesgo la salud de una de cada dos personas en la región.
Estas enfermedades tienen su origen en los vectores, es decir, organismos vivos que pueden transmitir patógenos infecciosos a personas o animales. Estos pueden ser mosquitos, moscas y otros insectos que se alimentan de sangre. Cuando los vectores ingieren microorganismos patógenos con sangre de un portador infectado, o en estado de viremia, éste se puede transmitir a un nuevo portador.
Cuando el insecto es infeccioso puede transmitir el agente biológico patógeno en picaduras o cuando ingiere sangre. Así es como se transmiten enfermedades como dengue, malaria, mal de Chagas, fiebre amarilla, chikungunya, entre otras. El dengue se presenta con mayor frecuencia en regiones tropicales o subtropicales y es una preocupación de salud pública.
“El dengue es una de las enfermedades virales de crecimiento más rápido en el mundo. Una enfermedad clasificada como emergente, ya que su incidencia ha aumentado en las décadas recientes como consecuencia del calentamiento global y la rápida urbanización en los países en vías de desarrollo, incluyendo México. Hoy en nuestro país, las infecciones por dengue son consideradas como la principal enfermedad viral transmitida por los mosquitos. Lamentablemente un diagnóstico clínico no basta para confirmar un caso de dengue, es importante incluir pruebas de laboratorio para tener un diagnóstico más certero y así lograr descartar la posible presencia de otra condición cuyos síntomas sean similares”, señala Federico Lozano Director de Kabla, una compañía que sea ha especializado en pruebas de detección de enfermedades infecciosas, incluyendo las transmitidas por vectores.
¿Por qué es importante detectar el dengue?
El virus del dengue se transmite mediante la picadura de los mosquitos Aedes Aegypti. Los síntomas más comunes son fiebre alta, náuseas, vómito, molestias y dolores musculares, en articulaciones, huesos y ojos, además de sarpullido. El dengue grave, que se presenta si la persona infectada ya tuvo esta enfermedad anteriormente, puede causar mayores complicaciones e incluso la muerte.
El dengue grave está considerado como una enfermedad que requiere de atención médica inmediata. Por esta razón, es importante que las personas tengan un diagnóstico certero y oportuno para poder acceder a un tratamiento adecuado que ayude al control de la enfermedad y a que el paciente no ponga en riesgo su salud.
El diagnóstico de dengue es complicado debido a la variabilidad clínica, ya sea de acuerdo con la edad de la persona infectada, así como del nivel de gravedad de la enfermedad. En este sentido, el diagnóstico debe considerar criterios clínicos y de laboratorio para mejorar la confirmación temprana de casos, de este modo el médico podrá administrar el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Las pruebas rápidas en el diagnóstico de dengue han sido de gran utilidad para disminuir los casos graves y para tratar la enfermedad de forma oportuna. Estas pruebas permiten la confirmación de resultados en tan sólo unos minutos, en lugar de esperar días. Lo cual ayuda a que los médicos puedan tratar a la brevedad al paciente, en caso de que su diagnóstico resulte positivo. Esto puede evitar que la infección se extienda y la situación escale a más personas.
“Los resultados de las pruebas rápidas de dengue ayudan a que los médicos puedan diagnosticar y prescribir un tratamiento e indicaciones de cuidado a una persona que presente síntomas”, agrega Federico Lozano de Kabla.