Es un hecho que un gato, al igual que cualquier otro ser vivo, puede enfermarse. Se tiene esta creencia de que al ser “más independientes” que, por ejemplo, un perro, no suelen ser tan enfermizos y requerir de ciertas atenciones como revisiones médicas periódicas, sin embargo, esto no es así.
La probabilidad que tiene un gato feral (aquel que suele estar fuera) enferme, es mayor a la de un gato doméstico, sin embargo, esto no quiere decir que no son vulnerables a adquirir ciertas enfermedades pues el hecho de permanecer en casa no los exime de estar expuestos a factores que pueden debilitar su organismo.
Las causas de las enfermedades felinas más comunes son infecciosas, por intoxicación alimentaria, por genética, parasitarias, entre otras. Aunque muchas las adquieren con la edad, otras aparecen de manera intermitente y repentina, siendo éste otro de los factores que impide un diagnóstico oportuno
Problemas urinarios o Enfermedad del Tracto Urinario Inferior (ETUI).
Si tu gato al orinar presenta signos como dolor, vocalizaciones excesivas, orina fuera de su arenero, en cantidades menores a lo normal o no orina en lo absoluto, es muy probable que tenga un problema urinario y lo más conveniente será llevarlo al médico.
Observa con cuidado su comportamiento, pero también el arenero. Si notas que su orina tiene un color distinto, esto puede indicar Hematuria (sangre en la orina). A veces puede ser casi imperceptible, por lo que es indispensable estar atentos.
Insuficiencia Renal
Es común que con la edad los riñones de tu mascota disminuyan su capacidad de funcionamiento, sin embargo, las caídas desde superficies muy altas, fracturas, deshidratación o los padecimientos urinarios recurrentes pueden propiciar que los felinos desarrollen esta condición, aun siendo jóvenes.
El mal funcionamiento de los riñones puede ser crónico o agudo, esto quiere decir que puede desarrollarse de manera paulatina o puede aparecer de un día para otro.
Enfermedades periodontales (inflamación en las encías)
De acuerdo con diversos estudios, las enfermedades periodontales se presentan hasta en un setenta por ciento de los felinos. Aunque razas como la Siamés y Somalí suelen ser más propensas a tener estos problemas, si no existe un cuidado adecuado, cualquier felino puede presentar padecimientos relacionados. La halitosis, la irritación de las encías, hinchazón de la boca y la dificultad para masticar son síntomas claros de periodontitis. Estos signos suelen presentarse de forma gradual, por lo que el problema pude avanzar y agravarse hasta el punto en el que el felino deje de comer, e incluso, en el que otros órganos como riñones, pulmones o corazón se vean comprometidos.
Obesidad
Es necesario que sepas que hay ciertas razas de felinos más propensas a subir de peso, así como etapas de vida en las que su actividad disminuye y si han sido esterilizados o no, por lo que alimentarlo con porciones adecuadas a su rutina y necesidades es fundamental.
El sobrepeso y la obesidad pueden derivar en problemas cardiovasculares, depresión y desgaste mental, pues debido a que son cazadores natos, el perder su agilidad los estresa y les hace sentirse vulnerables ante situaciones que detectan como peligrosas.
Existen muchas cosas que puedes hacer para conocer, cuidar y proteger a tu gato, sin embargo, siempre será importante prevenir cualquier enfermedad para mantenerlo saludable y feliz. Esto lo podrás lograr llevando a tu gato periódicamente al veterinario. Por lo anterior y como parte de su campaña
Lleva a tu gato al veterinario por lo menos cada seis meses como una medida preventiva, esto te dará muchas herramientas para cuidar de tu minino y darle la calidad de vida que se merece.
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