Una tragedia sacude la frontera entre México y Estados Unidos tras el hallazgo de tres migrantes mexicanos fallecidos en el desértico Sector Tucson de Arizona. La Patrulla Fronteriza informó que los cuerpos fueron descubiertos cerca de la población fronteriza de Ajo, en medio de las altas temperaturas que alcanzan los 43 grados Celsius en la región.
El descubrimiento ocurrió después de que un grupo de migrantes activara una torre de rescate para alertar a las autoridades sobre la situación crítica de otros cuatro compañeros que se habían quedado rezagados. Los agentes fronterizos iniciaron una búsqueda intensiva por tierra y aire, logrando encontrar a un sobreviviente que también había activado otra torre de rescate.
El Consulado de México en Tucson confirmó que los migrantes fallecidos provenían de Veracruz y Jalisco, y están en proceso de contactar a sus familias para proporcionarles la dolorosa noticia.
Justin De La Torre, jefe adjunto de la Patrulla Fronteriza Sector Tucson, enfatizó la peligrosidad de cruzar la frontera ilegalmente, especialmente en las condiciones extremas del desierto durante el verano. «El terreno del desierto es extremo, el calor del verano es severo y las áreas remotas donde los traficantes transportan a los migrantes no perdonan», declaró De La Torre.
El Sector Tucson, que abarca el 90 por ciento de la frontera de Arizona, es conocido por registrar la mayor cantidad de detenciones de migrantes a lo largo de la frontera con México. Las autoridades fronterizas han lanzado repetidas advertencias sobre los riesgos mortales de cruzar el desierto de Arizona, que se convierte en una trampa para aquellos que buscan una vida mejor en Estados Unidos.
Según el grupo Fronteras Compasivas, desde enero hasta finales de mayo se han registrado 43 muertes de migrantes indocumentados en la frontera de Arizona, subrayando la peligrosidad y la urgencia de abordar la situación humanitaria en la región.
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