En las redes sociales corre una frase que dice «el clima está cambiando, nosotros también deberíamos». Hay mucho de verdad en esa sentencia, sobre todo porque nos resulta fácil quejarnos del calor, de la falta de agua, de la problemática que vivimos, pero no hacemos nada para solucionarla o para prevenir que se agrave y, a estas alturas, es evidente que muchos de los escenarios que veíamos como lejanos, en un sentido casi apocalíptico, han comenzado a presentarse.
En la Huasteca Potosina, las cascadas han estado secas durante casi todo el año, los productores de caña han reportado pérdidas por más del 70 por ciento en sus cultivos y los ríos han alcanzado su escala crítica en varias ocasiones. Pese a estos hechos, no se ven acciones concretas para atender el problema, pareciera que todos esperan un milagro o confían en que, de un momento a otro y por arte de magia, las cosas se van a solucionar.
En el Altiplano y en la Zona Centro, la situación es bastante similar; hay una grave crisis de agua que, si bien, puede tener diversos orígenes, lo cierto es que ya está presente. La capital, Soledad, Armadillo, Mexquitic, Moctezuma, Matehuala y Cedral son sólo algunos de los tantos municipios donde ya escasea el agua y, por desgracia, no todos lo están enfrentando con la misma astucia.
El hecho de que, a estas alturas, ya se tengan confirmados daños cuantiosos para los próximos meses o para el próximo año es una fuerte señal de alerta. El Xantolo podría cambiar significativamente porque no se dieron los cultivos de flor de cempasúchil, la producción de frutas y hortalizas tendría una caída considerable y tendrá que aplicarse una estrategia de tandeo para racionar el agua en todos los municipios.
Tenemos ejemplos muy claro que nos hemos negado a ver; lo sucedido en Monterrey y municipios cercanos fue un claro llamado de atención, lo que sucede en la Ciudad de México también, pero aquí seguimos… jugándole al valiente. Habrá que ver hasta donde nos lleva esta irresponsable valentía.
Cavilaciones:
Primera: Que los notarios andan muy incómodos con los moditos de la directora del Notariado. Algunos ya se quejaron, pero parece que la señora tiene altas influencias.
Segunda: El presidente municipal de Matehuala, Iván Estrada, tuvo la gran ocurrencia de rehabilitar una cancha deportiva ubicada en una zona de pandillas en Matehuala. Todo iba bien hasta que decidió bautizar el lugar como “Los nazis” ¡Plop!
Tercera: La mala suerte parece estar estacionada en el entorno de Gregorio Cruz, el presidente municipal de Axtla de Terrazas. Al morenista que pagó ocho millones por una membresía en el Hard Rock Hotel de Cancún, el pasado fin de semana le retiraron a su suegro una camioneta con reporte de robo. El operativo lo realizó el mismísimo Comandante Crocs, así que Don Goyo va a tener que medirle agua a los camotes.