Si alguien dudaba del rompimiento entre Verónica Rodríguez, dirigente estatal del Partido Acción Nacional en San Luis Potosí, y su progenitor político, Xavier Azuara, ayer quedó claro que no sólo traicionó el proyecto del diputado huasteco, sino que quiere descargar, sobre él y el grupo que la encumbró, toda la rabia que, por alguna razón, alberga en su ser.
La política es así y, en la política actual, las traiciones se volvieron comunes y normales. No existe la lealtad, ni el respeto a los acuerdos, la ambición ni la amistad de hombres y mujeres que, una vez que prueban el poder, se vuelven insaciables.
El Gato Filósofo recuerda, ahora, una frase de Confucio, más actual que nunca: Quieres conocer a una persona, dale poder. Más recientemente, el empresario Carlos Bremer (QPD) dijo: tienes que elegir bien a tus socios, porque con dinero y poder, cualquier muerto de hambre se vuelve loco. Este principio aplica también en política. Crecer a base de traiciones no es lo mejor, pero a muchos les funciona.
Verónica creció a la sombra de Xavier Azuara y, ahora, quiere acabar con él para siempre, tanto que, en las últimas semanas, no ha dejado mostrar rasgos de una personalidad que no tienen nada que ver con la Verónica que ascendió al poder con una historia de origen humilde, de la cultura del esfuerzo.
La Vero que aspira al Senado de la Republica es una mujer empoderada que navega en las turbulentas aguas de un océano lleno de peligros, donde no se sobrevive sin equipo y sin lealtades.
El embate de ayer contra Aranza Puente, Maru Castro y Pepe Toño Zapata, es apenas una muestra de lo que mueve el deseo de una venganza que tiene su origen en otro lado y en otro tiempo.
Sea como sea, la lideresa del PAN tomará los riesgos de un oficio en el que se necesita más que actitud pendenciera.
Cavilaciones:
Primera: Dicen que ya se había arreglado el problema entre verdes y morenos en su lucha por el Senado; finalmente, se les concedió ir separados. Ruth González y Héctor Serrano serían la fórmula del Verde-PT, mientras que Rita Ozalia Rodríguez y Juan Ignacio Segura Morquecho harían lo propio por Morena, pero el asunto se volvió a atorar porque, según dicen, Nachito no quiere ser guinda ¡Plop!
Segunda: La semana pasada, personal de la Fiscalía anduvo por Matehuala en algunas diligencias del proceso que le sigue al alcalde con licencia, Iván Estrada. Dicen que pronto habrá noticias.
Tercera: A propósito, en Villa de Guadalupe, Iván Estrada y su cuñado, el director de SAPSAM, Juan Carlos Pérez, andan desmantelando la tubería de un pozo que construyeron ambos en 25 millones y cedieron al Ayuntamiento por dos años. A los tipos no les importa dejar sin agua a la población. La tensión crece. A ver si alguien en Gobierno le pone atención a ese asunto que puede terminar en tragedia.