En la última semana, los gritos y sombrerazos al interior del PAN han estado a la orden del día. La competencia pro ver quién se queda con la presidencia del Comité Directivo Estatal está tomando fuerza y seguramente se pondrá peor conforme avancen los días, conforme se acerque la elección y conforme crezcan los intereses o se vean afectados los mismo.
Acción Nacional siempre ha sido así; un partido de pleitos internos, donde sus militantes se desgarran las vestiduras, se destrozan entre ellos y luego presumen de una unidad que nunca existió. Esos pleitos, incluso, han provocado que pierdan oportunidades valiosas, como la gubernatura en 2015 con Sonia Mendoza, cuando la fragmentación del partido los llevó a la derrota.
Ahora, no es una gubernatura lo que está en juego, pero sí la posibilidad de consolidarse como partido o de quedarse como uno más del montón, como en su momento lo fue Conciencia Popular o cualquiera de esos partidos chiquitos que nomás viven para ganarse una diputación plurinominal cada tres años.
Verónica Rodríguez, la actual presidenta, está buscando reelegirse, pero tiene enfrente a un nutrido grupo de panistas que no están de acuerdo con esta situación por considerar que no entregó buenas cunetas y que, al final, sólo usó el partido para su beneficio personal. Esas prácticas que ahora le echan en cara, no son nuevas, han sido constantes en cualquier dirigencia de la que hablemos. Nihil novum sub sole.
Noviembre será un mes de guerra en el PAN, saben que es mucho lo que está en juego, lo que no parecen saber es que, si se alían, si se unen y trabajan en conjunto, podrían ganar todos.
Cavilaciones:
Primera: Que, en estos días de brujas, algunos andan desatados haciendo rituales. Los de bajo astral acuden a la Santa Muerte, los tradicionalistas van a lo seguro; altar para recordar a sus muertitos con amor. Por cierto, en experiencia de este gato, a las brujas malas hay que mentarles su progenitora para ahuyentarlas.
Segunda: El IFSE anda tan ocupado que olvidó notificarle a Marcelino Rivera el embardo de la mitad de su dieta para, con ello, subsanar las deudas que dejó en San Martín Chalchicuautla. El huasteco anda recontento ¡Miau!
Tercera: Turistas de fin de semana se quejan de los altos costos de peaje en las autopistas que llevan a la región Huasteca. Coinsa fija las tarifas y que el mundo ruede. Nadie les puede meter en cintura.