
Me pongo de pie, me quito el sombrero y extiendo mi más sincero reconocimiento a todos aquellos agentes e integrantes de corporaciones policiacas y de emergencia que dieron lo mejor de sí para hacer frente al terrible siniestro que se suscitó la mañana de este martes 18 de febrero en Soledad de Graciano Sánchez. De verdad, mis respetos y mi admiración.
Menciono primero a los bomberos, a los policías, a los representantes de diversas instituciones, sobre todo públicas como Protección Civil, porque fueron ellos quienes dieron batalla con su formación, sus conocimientos y sus habilidades, poniendo en riesgo su propia vida, pero buscando garantizar la seguridad de los potosinos, de una comunidad que, aunque a ratos se deja dominar por sus defectos, no deja de ser agradecida y de reconocer la entrega en situaciones como esta.
Durante varias horas, el Heroico Cuerpo de Bomberos Metropolitanos estuvo cerca de las llamas, enfrentándolas cara a cara. Ellos son mis héroes, pero también lo son los policías que implementaron operativos viales en la zona siniestrada, también lo son los agentes de Protección Civil que ordenaron la inmediata evacuación de empresas, negocios, escuelas, hoteles y una enorme cantidad de viviendas que estaban en riesgo. Gracias a su trabajo efectivo, no hubo pérdidas humanas. Agentes federales, también están en la lista de esta proeza.
No voy a dejar de lado a los piperos de AMOTAC que no dudaron en desplazarse para llevar el agua que se necesitaba y extiendo el reconocimiento a los repartidores de plataformas que, sin costo alguno, llevaron alimento a los brigadistas. Muchos ciudadanos se sumaron al gesto. A todos, gracias.
La lista es larga, muy larga y, aunque a algunos no los mencione, quiero que se sientan felices, orgullosos de lo que hicieron. Ustedes son ejemplo para todos los potosinos, porque pusieron de su parte, se solidarizaron, dieron lo mejor.
Nos quedan muchas enseñanzas, pero destaco dos. La primera es que las autoridades tienen mucho trabajo, porque eso de andar clausurando una vez que ocurre la tragedia es ridículo, la segunda es que todos los potosinos llevamos un héroe dentro y sabemos ser solidarios cuando hace falta.
Cavilaciones:
Primera: Donald Trump cumplió la amenaza de imponer aranceles del 25 por ciento a los precios del acero y el aluminio. Lo que viene para la industria de la transformación es rudo.
Segundo: El Partido Acción Nacional vive uno de sus momentos más oscuros. La reposición del proceso de elección de dirigente les quitará casi todo el año de trabajo en la organización de su estructura. La senadora Verónica Rodríguez está ante un reto político que puede llevar a su partido a quedarse sin candidatos en el proceso del 2027.
Tercero: Y ya que andamos por esos tejados blanquiazules, dicen que el que anda más perverso que nunca es Enrique Dahud, el secretario general del partido. El hombre presume que afilió a más de dos mil personas y que eso le da derecho a aspirar a la dirigencia. Traicionero que traiciona a Vero, busca, en realidad, mucho dinero ¡Miau!