Hace seis años, cuando iniciaba el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, era toda una polémica la designación de Gabino Morales Mendoza como delegado de los programas del Bienestar en la entidad; había quienes aseguraban que no contaba con la experiencia ni la capacidad para desempeñar una labora de este tipo, pero con aplomo y dedicación, como siempre ha sido, logró organizar a los Servidores de la Nación y cumplir con la encomienda que le dio El Peje.
Gabino dejó la delegación para ir en busca de una senaduría, pero los juegos sucios de Mario Delgado y las alianzas con el Verde casi lo dejaron fuera hasta que el mismo López Obrador demandó que le dieran un espacio en San Lázaro como diputado plurinominal.
El caso es que, cuando Gabino se fue del Bienestar, dejó en su lugar a Guillermo Morales López, un perfil con el que creció personal y políticamente, de su entera confianza, trabajador, disciplinado y con la misma visión de la 4T. Cuál fue la sorpresa de Gabino que, en cuestión de días, recibió una puñalada traicionera; Memo le dio la espalda y empezó a hacer de las suyas poniendo a la delegación patas arriba.
Memo, entonces, aprovechó sus influencias para comenzar a impulsar a perfiles afines a él mismo. Los colocó en lugares estratégicos y los favoreció cuanto pudo. El caso más evidente y descarado fue el de su esposa, Jessica Gabriela López Torres, quien dijo ser vocera de la campaña de Claudia Sheinbaum en San Luis Potosí y de ahí saltó a una diputación plurinominal.
El súperdelegado creó muchos problemas en la delegación y quienes más le sufrieron fueron los ciudadanos, sobre todo adultos mayores, que dejaron de recibir con puntualidad y eficacia los apoyos que mandaba la Federación. Memo estaba muy ocupado en cuestiones políticas, la gente podía esperar.
Las vueltas que da la vida; ayer, miércoles 2 de octubre, Morales López fue ratificado como delegado del Bienestar. Es decir, seguirá siendo el principal representante de la Federación, del gobierno de Claudia Sheinbaum, en San Luis Potosí. Bueno… ni qué decir.
Cavilaciones:
Primera: En Villa de Pozos, parece que no saben por dónde comenzar a organizar la administración municipal. Los concejales están que no encuentran la entrada ni la salida. Capacitación es lo que les falta ¡Ca-pa-ci-ta-ción!
Segunda: Durante el evento de colocación de la primera piedra que será la nueva casa del Atlético de San Luis, reapareció Don Jacobo Payán. En gran Don Jacobo estuvo bromeando con los ejecutivos del equipo y con el gobernador Gallardo sobre la supuesta venta del estadio Alfonso Lastras ¡Miau!
Tercero. En la zona de la colonia Polanco, en la capital potosina, reportan a este felino los robos a negocios a plena luz del día. Según los afectados, los ladrones viajan en bicicleta, son dos y son por demás hábiles para botar seguros y candados de las puertas. Comisario Villa, le hablan.