La presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, estuvo de visita en San Luis Potosí este jueves 31 de octubre para encabezar una reunión con los militantes y simpatizantes de su partido. La lideresa vino acompañada por Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ahora ungido como secretario de Organización en el Comité Ejecutivo Nacional morenista. Nihil novum sub sole en esencia, lo de siempre; los vitoreos para AMLO, los buenos deseos para Sheinbaum y una larga lista de sueños que fueron develados uno a uno.
La reunión sí resultó ser informativa, pues contrario a lo que suele hacer Morena, en esta ocasión sí se habló de lo que ha hecho el CEN en las últimas semanas y los proyectos que prepara para fortalecerse como partido; desde la ampliación de su padrón de militantes y la credencialización, hasta el regreso de las brigadas casa por casa y los esfuerzos para recuperar la confianza de la ciudadanía, factor que se ha perdido como resultado de las malas decisiones que tomó Mario Delgado y que, en San Luis Potosí, se agudizaron por la falta de un liderazgo efectivo.
Luisa María dice que, en 2027, Morena gobernará San Luis Potosí y lo afirma con amplio convencimiento, al menos eso es lo que aparenta porque, en el fondo, sabe que las cosas no son sencillas. Morena tiene que pactar con el Partido Verde; si lo hace, el triunfo podría ser más fácil, pero si no lo hace, las cosas se complicarán y en una medición de fuerzas, Morena pierde ante sus amigos del Verde.
Para evadir la realidad y seguir soñando, cuando se le pregunta sobre las coaliciones o alianzas, Luisa María responde que todavía no es tiempo de ver esos temas, que los revisarán después, pero las cosas están claras: Morena y el Verde tendrían que ir juntos y si no es así, el Verde tiene mucha ventaja. Lo peor del caso es que son los mismos morenistas quienes le están dando mayor ventaja al Verde con sus malas decisiones, con sus berrinches, con ese afán de reclutar a cascajos y perfiles aborrecidos por la ciudadanía. El Verde debe estar muy agradecido con Rita Ozalia por todo lo que está haciendo; desde adentro, está debilitando a Morena.
No creo que le hayan informado bien a Luisa María, seguramente le ocultaron muchas cosas y, desde esa ignorancia, se puso a soñar con que pueden hacer muchas cosas, pero la política no funciona así. Luisa María lo sabe, los morenistas potosinos no y esa es otra desventaja.
Cavilaciones:
Primera: ¿Se acuerdan que, en la pasada Legislatura del Congreso del Estado, decían que los diputados eran serviles y sumisos? Pues los nuevos no quisieron quedarse atrás y están peor que sus antecesores. Apruebas sin leer las iniciativas, minutas, proyectos, lo que sea, con tal de ser de los primeros y quedar bien con el Gobierno Federal. No con Claudia, ella ni los topa ¡Miau!
Segunda: En en último día de la pasada Legislatura, se aprobó la tan controversial Reforma Judicial y esa aprobación fue posible gracias al voto de dos priístas a los que luego, según se informó, vetaron del partido; Bernarda Reyes y Alejandro Leal Tovías. A Bernarda ya le pagaron el favor de su voto; ayer la nombraron directora del Instituto de Desarrollo Humano y Social de Los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado (Indepi). Es muy capaz y sabe del tema, pero eso no disimula el asunto político de fondo ¿Cómo le pagarán al Caco?
Tercera: La elección para renovar la dirigencia estatal del PAN se va a poner buena. Verónica Rodríguez siente que ya tiene la reelección en la bolsa, pero eso es lo peor que le podría pasar. El que mucho abarca, poco aprieta. O es senadora, o es presidenta o busca ser candidata.
