Quién iba a pensar que unas crocs se llevarían los aplausos el pasado fin de semana. Luego de varios días de intensa presión mediática y ciudadana a través de las redes sociales, la Fiscalía General del Estado logró recuperar un poco de la confianza de los potosinos al detener al famoso Tiburón Medina, el hombre, de un momento a otro, se convirtió en el más odiado de todo San Luis Potosí al viralizarse el video en donde propinaba una brutal golpiza a un adolescente de apenas 15 años que buscaba ganar algo de dinero para ayudar a su madre y comprar sus útiles escolares.
En las redes, los internautas exigían justicia y el reclamo tenía ecos en las calles; en todos lados se hablaba del tema y de cómo, supuestamente, el Tiburón había logrado burlar a las autoridades para escapar y dejar impune la agresión, pero la Fiscalía tenía un as bajo la manga: el jefe Martín Serrano Gómez, director de la Policía de Investigación.
Tras seguirle el rastro por varios estados, los agentes ministeriales lograron ubicar a Fernando N y, sin dudar, lo sometieron. La noticia se dio a conocer acompañada de una fotografía, donde aparecía el presunto delincuente flanqueado por dos agentes de la Policía de Investigación, uno de ellos era Martín Serrano.
La indignación desprendida del ataque perpetrado por El Tiburón se disolvió al ver que las autoridades hicieron lo que debían, pero en su lugar quedó una sátira, de esas que caracterizan mucho a los mexicanos y esta, justamente, la aporto el mismísimo Martín Serrano quien, en la fotografía, aparecía calzando unas chanclas tipo crocs. Decenas de memes invadieron las redes. El agresor ya estaba en segundo plano, ahora los protagonistas eran Serrano y sus crocs.
Aunque se aclaró que el uso de este calzado se debe a un tema de salud, los internautas no perdonaron y siguieron haciendo de las suyas. Muchos comentarios ingeniosos, muchas ocurrencias, corría la alegría entre las publicaciones de Facebook.
Empero, las crocs de Martín se convirtieron en una sinécdoque; esa figura retórica que toma una parte específica para nombrar un todo, una generalidad que, en este caso, era el funcionario, era la corporación que dirige, era la Fiscalía General del Estado, era el trabajo realizado para detener a un agresor que atentó contra la integridad de un joven que, trabajando, busca y lucha por un mejor futuro.
El mame continúa y la exigencia de justicia también, porque se sabe que la audiencia en contra de El Tiburón se llevará a cabo en próximos días, pero las crocs aún simbolizan la confianza que las autoridades se ganaron en uno de los casos más mediáticos de los últimos años sobre el que, cabe aclarar, aún tienen un reto importante.
Cavilaciones:
Primera: Varios alcaldes andan celosos porque el de Rioverde, Arnulfo Urbiola, es el consentido del gobernador Ricardo Gallardo. Dicen que Urbiola no sólo ha sabido acoplarse a la línea de trabajo de los verdes, sino que también está dando muy buenos resultados y que goza, además, de muy buena aceptación entre su gente.
Segunda: En Villa de Reyes se mueven las aguas políticas, pero ya todos saben que ahí el dominio es de Alfredo Téllez quien se mantendrá al menos por el próximo trienio como la mano que mueve los hilos tras la silla presidencial.
Tercera: Y ya que andamos por esa zona, según los enterados, la Fiscalía le anda pisando los talones al exalcalde de Santa María del Río, Israel Reyna, uno de los consentidos del carrerato. La historia es bastante turbia y hasta ofensiva si se toman en consideración las carencias que sufren los ciudadanos, mientras que sus gobernantes se dan la vida de lujos.