En mayo pasado, cuando las olas de calor cobraron la vida de decenas de personas en la Huasteca Potosina, los Servicios de Salud del Gobierno del Estado fueron los últimos en reacciones; la dependencia estatal no se molestó en implementar una sola campaña de información y prevención para que los ciudadanos pudieran protegerse de este fenómeno, no fue sino hasta muy tarde, cuando ya se reportaban varios decesos, que dieron la cara, pero no para atender el tema, sino para negar la existencia de tantas víctimas. Para la institución, los infartos, la deshidratación y otras causas de muerte no tenían relación con los evidentes golpes de calor, aunque los médicos de la región no se daban abasto para atender a tanto paciente que les llegaba con los mismos síntomas.
Con semejante negligencia ¿Qué habría sido de San Luis Potosí si a la doctora Ymuri Vaca, actual secretaria de Salud, le hubiera tocado coordinar todo el trabajo que se hizo durante los años más críticos de la pandemia de covid-19? Otro escenario habría sido y uno muy crítico seguramente. Lo peor es que, dadas las condiciones que se están presentando en todo el país, se corre el riesgo de que los próximos meses, si bien, no sean iguales a los del 2020 o 2021, si se vivan con el riesgo que se desprende de la revancha que está peleando el SARS-CoV-2 y sus variantes.
Ymuri no ha sido capaz de implementar una sola estrategia efectiva en materia de salud, no hay campañas concretas, no hay planes para nada. Las clínicas, centros de salud y hospitales están en agonía, mientras que la flamante funcionaria espera que la Federación entre al rescate y le quite el peso que representa el cargo que asumió a finales de noviembre de 2023.
A nivel federal, ya se advierte sobre el riesgo que existe por la proliferación de nuevas variantes del covid y, en San Luis Potosí, personal médico reconoce que hay casos, cada vez más comunes, de enfermedades respiratorias que requieren atención especializada. Las alertas son claras, pero nadie en la Secretaría de Salud reacciona. Nadie. Todos están dormidos, cobrando sin trabajar, simulando.
Que Diosito nos agarre confesados. Al final, no queda más que confiar en que aprendimos lo suficiente y que nosotros mismos nos cuidaremos de la amenaza que se avecina, porque Ymuri, nomás no.
Cavilaciones:
Primera: Ena Buenfil, reconocida promotora turística de la Huasteca Potosina, se metió a la final por la titularidad de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado. La diputada Yolanda Cepeda tiene casi en la bolsa la posición, pero, de pronto, el nombre de Buenfil ha tomado fuerza ¡Miauuuu!
Segunda: Con la novedad de que el diputado morenista, Cuauhtli Badillo, será el coordinador de la bancada guinda en la próxima Legislatura. Carlos Arreola se quedó en la orilla.
Tercera: El legendario grupo “Los Macabeos” anda que saltan de gusto porque su líder vitalicio, el diputado federal plurinominal y morenista Juan Ramiro Robledo, les aseguró que el pago por la conducción de la reforma al Poder Judicial será la designación de todas las posiciones del Gobierno Federal en San Luis Potosí (las delegaciones, pues) excepto la Secretaría del Bienestar. Así las cosas, ya se sienten con hueso Caco Leal, actual diputado local; Enrique Martens, exdirector de los invernaderos Santa Rita; y Miguel Martínez Castro, exsubsecretario de Gobierno; entre otros ¡Zzzzzzz!
