La mañana del miércoles, se reunieron en el restaurante Faz, de av. Chapultepec, la dirigente estatal del PRI, Sara Rocha Medina, y la aún diputada federal por el Partido Verde, Sonia Mendoza Díaz.
Sara Rocha llegó acompañada de Eikoo Koasicha Hipólito y, Sonia, de su eterna y fiel secretaria particular, Magdalena Cisneros Jiménez, mejor conocida como Magdita. Eikoo y Magdita serán regidoras en el Ayuntamiento 2024 -2027 que presidirá Enrique Galindo Ceballos.
A la reunión, también fueron convocados los futuros regidores capitalinos de Morena, del Verde y del PAN, pero nadie llegó, porque, previo, corrió la versión de que las señoras Rocha y Mendoza querían incluirlos en un bloque de ataque al alcalde, sin que, para ello, exista motivo, razón o circunstancia que les otorgue el poder de liderar un movimiento de esa naturaleza.
Eikoo y Magdita escuchaban y asentían los juicios y las instrucciones de las dos políticas que buscan descargar su furia contra el edil que, obviamente, representa un proyecto para convertirse en gobernador del Estado.
De Sara, se sabe que trae consigna desde las mismísimas oficinas centrales del PRI, porque, tanto el corruptazo del líder nacional, Alito Moreno, como su grupo local, están empeñados en abollar el futuro político de Galindo. En corto, Sara no duda en confesar que quiere a Galindo hecho cachitos y, para eso, pretende usar a Eikooo.
Por el lado de Sonia, se extraña la acción, porque se trata de una mujer calculadora que no pelea contra molinos de viento. Enrique Galindo la derrotó en la contienda del 2 de junio sin lanzarle un solo insulto.
Sara y Sonia, Sonia y Sara, han estado insertas en la política durante más de 30 años, las dos conocen la cima y las derrotas, pero parece que la edad las ha vuelto erráticas, vengativas y dispersas. Sonia dejó el PAN y se echó en brazos de Xavier Nava. Cuando se frustró el proyecto de Nava, cayó en el Partido Verde, donde le dieron trato privilegio, pese al cual no pudo concatenar con el equipo del gobernador Ricardo Gallardo y terminó distanciada tanto de su principal promotor, el secretario general de Gobierno, como del propio gobernador.
Dolorida por presuntos maltratos verdes, ahora, la originaria de Matehuala busca coincidencias con Gerardo Sánchez Zumaya, el huasteco que quiere ser gobernador lo que desconcierta a sus cercanos porque nadie sabe el origen del odio que exuda contra Enrique Galindo.
Sea cual sea la razón por la que las señoras quieren agredir a Galindo, lo cierto es que no traen capital político que atraiga a sus intereses a los adversarios o malquerientes que pueda tener el edil capitalino ¡Miau!
Cavilaciones:
Primera: Que Christian Azuara se perfila como la ficha que la senadora Vero Rodríguez quiere dejar como su sucesor al frente del Partido Acción Nacional, aunque se dice que el alcalde de Matehuala, Franco Coronado, que ha hecho un gran trabajo en tan sólo cinco meses, también buscará presidir el blanquiazul.
Segunda: A propósito de Matehuala, según fuentes del Instituto de Fiscalización Superior del Estado, en la Cuenta Pública del 2023, apareció un depósito de más de seis millones de pesos que se hizo a la cuenta personal de la presidenta del DIF, la esposa del edil con licencia forzada, Iván Estrada. Esperen noticias.
Tercera: La FENAPO inició bien, aunque hubo algunos incidentes menores que deberán atenderse a la brevedad. Hubo buena logística, buena reacción y se atendieron los temas prioritarios, pero el exceso de asistentes no deja de ser un riesgo para la comunidad. Confiemos en que la feria terminará de buena manera ¡Miau!