Ruth Miriam González Silva, comunicóloga de profesión, emprendedora, presidenta honoraria del DIF Estatal en San Luis Potosí, madre de dos hijos y esposa del gobernador, Ricardo Gallardo, luce sonriente, como es ella, en una serie de espectaculares que presagian su probable candidatura al Senado de la República por el Partido Verde Ecologista de México en los comicios del próximo año.
Hace algunos días, en este mismo espacio, comenté que fue el propio gobernador quien “destapó” a Ruth como aspirante al Senado de la República durante una entrevista en la que, además, destacó su capacidad de trabajo.
Ruth ha sabido construirse una imagen propia y Gallardo ha permitido su crecimiento político. Es de buen trato y muy amable, es enérgica a la hora de pedir resultados a su equipo, pero también generosa para reconocer su desempeño.
Quienes vivieron con los Gallardo los tiempos difíciles, afirman que era Ruth la que tomaba el teléfono cuando se trataba de fijar posturas jurídicas y políticas. Afirman que mantenía un aplomo impresionante y que, cuando la querían sorprender, ella acotaba de inmediato.
Ruth tiene 37 años y representa el rostro humano del gallardato, por momentos rudo y vertical donde nada se mueve si el jefe no lo ordena.
Ella, a diferencia de otros aspirantes, tiene algunas ventajas en materia de imagen. Es ampliamente conocida en todo el estado, es trabajadora y representa un sector generacional que pocos han detectado.
Si González Silva es primera en la formula del Partido Verde, es un hecho que va de segunda Ignacio Segura Morquecho, actual titular de SEDESORE y en MORENA el superdelegado del Gobierno Federal, Gabino Morales, tendrá entonces la vía libre para aspirar a la máxima tribuna de México.
El reforzamiento en la promoción de imagen de Ruth González, vía Contra Réplica, un medio de comunicación propiedad del dirigente del PT en San Luis Potosí, Héctor Serrano, dibuja la posible alianza Verde-PT donde, pese a todas las especulaciones, hay una relación sólida entre el gobernador Gallardo y Serrano.
Los días que siguen serán largos, pero noviembre y diciembre serán meses muy cortos.
Cavilaciones:
Primera: En el pleito que protagonizaron verdes y morenos el viernes pasado en el salón Chicagos, hubo empate técnico y habrá más de eso durante la temporada electoral, porque los verdes son celosos de su trabajo y los morenos también.
Segunda: El superdelegado, Gabino Morales Mendoza, tiene entre sus cercanos entrañables a dos traidores. Les dejamos de tarea los nombres.
Tercera: En el altiplano hay un peligroso complot que incluye un crimen político. Según los que saben, muy empoderado, el excandidato perdedor a la presidencia municipal de Matehuala, Tomás Zavala, está fraguando una agresión al diputado, Jano Segovia. Si algo le ocurre, que no se sorprendan los mandos políticos del Estado.