Son muchos los rumores en los que se maneja la posibilidad de que la potosina Rosa Icela Rodríguez Velázquez, actual secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, se convierta en secretaria de Gobernación con Claudia Sheinbaum; si bien, la funcionaria tiene una estrecha relación, con la presidenta electa, el nombramiento sería del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien, en esencia, la consolidó en los altos círculos de la política mexicana. Claudia aceptaría la imposición a cambio de poner a Omar García Harfuch en la Secretaría de Seguridad. Así, todos contentos.
Desde luego, el posible nombramiento de Rosa Icela ha generado cierta suspicacia en las tierras del Potosí porque, aunque muy potosina, la secretaria no ha demostrado tener cariño por su tierra natal. Tan evidente es el asunto que no ha esforzado ni poquito por atender las demandas más sentidas de los potosinos en cuestiones de seguridad y, en el mejor de los casos, las acciones implementadas le han representado el menor esfuerzo. No hay mucho que agradecerle. Tiene muchas deudas con su pueblo. Con quien no tiene deudas es con sus amigos y familiares, a quienes, incluso, tiene cobrando en la Secretaría, muchos de ellos como policías (nada alarmante, ya saben que en la 4T no hay corrupción).
La carretera 57 y la larga lista de hechos delictivos que se cometen en esta importante ruta es una muestra clara de todos los pendientes que tiene Rosa Icela con los potosinos y con México. A pesar de ser una de las carreteras más importantes de todo el país, no tiene ni la menor vigilancia, lo que ha dado pie a que se trafique lo mismo con mercancías y con droga que con personas. Lamentable. La secretaria, la Guardia Nacional, nadie se despeina para evitarlo.
La poderosa potosina le ha quedado a deber a San Luis desde la secretaría de Seguridad. Si llega a Gobernación, a ver si se acuerda de su origen para bien porque, para mal, mejor que nos olvide. Dicen que el miércoles se sabrá ¡Miau!
Cavilaciones:
Primera: Según la periodista Adriana Ochoa, el enterrador del Partido Verde en el Altiplano, Enrique «Quique» Flores, se dejó ver en el exclusivo restaurante Saigón con el presidente municipal electo de Matehuala, Raúl Ortega. Ya ha de andar cobrando por la traición y, de pasadita, pidiéndole algunas aviadurías, una mesada y carta abierta para saquear las arcas de la alcaldía. Cochino, trompudo y sin llenadera el protegido del secretario general de Gobierno, Lupe Torres.
Segunda: Informantes del Gato Filósofo aseguran que un nuevo episodio de disputa entre cárteles de la delincuencia organizada tendrá como escenario el territorio potosino ¡Miau!
Tercera: Estados Unidos es el destino favorito de los funcionarios de gobierno que tiene la fortuna de tener vacaciones luego de tres años de labores en el gallardato.