Con motivo de la crisis hídrica que sufre la zona metropolitana de San Luis Potosí, el gobernador del Estado, Ricardo Gallardo, y el presidente municipal de la Capital, Enrique Galindo, se reunieron para atender la contingencia en un acto de madurez e inteligencia política de ambos.
Cuentan que, cuando Galindo fue notificado de que la Presa de San José tenía agua para seis días, ordenó a su equipo que solicitara una cita con el gobernador y éste lo recibió el mismo día por la tarde en su despacho del Centro de Convenciones.
Ambos gobernantes se comportaron a la altura de las circunstancias, olvidaron por un momento las diferencias, casi todas, producto de grillas de los oligarcas del pueblo y de algunos actores políticos que hicieron todo para romper e intrigar en la buena relación que construyeron al inicio de sus mandatos.
Directo al tema, Galindo le puso sobre la mesa a Gallardo la situación; le explicó con detalle el panorama y las acciones que viene desarrollando el Interapas de la mano del Gobierno Federal. Así, enterado de la situación, el gobernador ordenó en ese instante convocar a una reunión con el personal del Gobierno del Estado que atiende esos temas, principalmente la Comisión Estatal del Agua. Acto seguido le dijo al alcalde capitalino que contara con su apoyo y que le dijera lo que necesitaba del Gobierno para girar las instrucciones del caso.
Galindo y Gallardo están por concluir dos años de gestión; a Gallardo le quedan cuatro, pero tiene planes de dejar sucesor, a Galindo le queda uno y tiene planes de futuro, la reelección y la senaduría son sus opciones.
En la política moderna es difícil ver que dos hombres distantes, por la razón que sea, antepongan el interés superior del pueblo a sus sentimientos, agravios o convicciones, así que Gallardo y Galindo están dando una muestra de buena política, de esa que parece estar en peligro de extinción.
Cavilaciones:
Primera: Ocho millones de pesos pagó el alcalde de Axtla de Terrazas, Goyo Cruz, y su compañera sentimental por la membresía del Hard Rock Hotel de Cancún. Goyo pasó de ser un muchacho trabajador a un soberbio patán abusador. El clásico nuevo rico, grosero y prepotente. Morena debe estar muy orgulloso de él.
Segunda: Los priistas están haciendo una jugada por demás pútrida y mal oliente en la segunda etapa de selección de candidato/a del Frente Amplio por México. Si piensan que nadie ha adivinado su jugada de fontaneros del presidente, la verdad, dan ternurita. Alejandro Moreno y Beatriz Paredes están dando cátedra de su origen miserable atacando a Xóchitl Gálvez, haciéndole el trabajo sucio a Morena. Lo dicho: Chango viejo no aprende maroma nueva.
Tercera: La dirigente de Morena en San Luis Potosí, Rita Ozalia Rodríguez, ha tenido algunas reuniones peligrosas en el Altiplano. Que nadie se extrañe si, dentro de algunos meses, aparecen videos de la dirigente dialogando con grupos delictivos y comprometiendo a su hermana, la secretaria de Seguridad del Gobierno de AMLO, Rosa Icela Rodríguez. En Matehuala no se habla de muchas cosas.