En el transcurso del día, los aspirantes a ocupar la silla mayor en el recién creado Instituto de Fiscalización Superior del Estado comparecerán, buscarán mostrar sus mejores capacidades y, con ello, convencer a los diputados para obtener el tan preciado cargo.
En total, doce personas buscan dirigir el Instituto, entre ellos la encargada del despacho por dos años, Edith Virginia Muñoz, pero es el abogado con una especialidad en fiscalización, Rodrigo Lecourtois el que parece tener las mejores cartas credenciales, según ha trascendido entre los diputados.
La Auditoría Superior del Estado vino a menos en los últimos años, de su misión original poco quedó y, en un intento por salvar tal encomienda, el Congreso creó el Instituto de Fiscalización Superior del Estado, aunque es poca la confianza que se tiene.
Los diputados y gobernadores convirtieron a la ahora extinta ASE en una especie de burdel perverso, destino de queridas y novios; de amigos y familiares y, en ese camino, extraviaron la noble misión de procurar que la aplicación de los recursos públicos en el Gobierno del Estado y los Ayuntamientos se haga en forma efectiva.
Los exgobernadores Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras saquearon las arcas del Estado sin consecuencia alguna y los alcaldes se enriquecen brutalmente sin pudor. Para muestra, el de Axtla, Gregorio Cruz, que, de ser un hombre de muy bajos recursos, ahora se da el lujo de comprar membresías de ocho millones de pesos en el hotel Hard Rock de Cancún.
El nuevo instituto y la Fiscalía Anticorrupción y dos nadas son lo mismo, por eso, todo mundo se despacha con la cuchara grande.
En el actual gobierno, la conducción de la ASE ha estuvo en manos de una señora con calidad de encargada del despacho, muy torpe en su manejo político, pero los diputados fueron incapaces de ratificarla o nombrar a un titular así que, si no hay gato, los ratones hacen fiesta.
Dos años se les fueron en un suspiro, así que la elección del nuevo titular trae buenos augurios y la esperanza de que le pongan un alto a los saqueadores del pueblo.
Cavilaciones:
Primera: Todo un alboroto hay entre el viejerío de SLP porque el actor Patrick Dempsey viene como piloto de la carrera panamericana que hace escala en territorio potosino gracias a las gestiones del alcalde, Enrique Galindo. Si usted es fanático de Grey’s Anatomy, sabe muy bien de quién de trata.
Segunda: Oscar Bautista Villegas, Paulino Pozos y Héctor Covarrubias, líder de la CNC, anduvieron turisteando por el Altiplano en busca de personajes que quieran ser candidatos a alcaldes, diputado y diputados federales. No dijeron si llevaban la representación de Enrique Galindo o de Sara Rocha, dirigente derrocada del tricolor, aferrada a quedarse en el cargo por las pistolas de Alejandro Moreno, el dirigente nacional.
Tercera: Con los anuncios que hizo el gobernador Ricardo Gallardo en torno a que, en próximas horas, funcionarios de primer nivel serían removidos de sus funciones, ahora todos andan trabajando intensamente. Nadie se quiere ir, pero tampoco quieren trabajar.