Este fin de semana salió humo blanco en el aquelarre morenista que se armó para elegir al nuevo secretario general del partido, cargo que se encontraba acéfalo desde que Guillermo Morales tuvo que dejarlo al estar imposibilitado por los estatutos (como si siempre los respetaran) para ocupar un cargo público, en este caso como delegado del Bienestar, y otro dentro del partido.
No hubo consenso, no se logró llegar al Consejo con un candidato único como se hubiera querido y esta situación no fue mínima, pues condujo a un enfrentamiento abierto entre el delegado del Bienestar y el exdelegado del Bienestar, Guillermo y Gabino, pues.
José Grimaldo López era el candidato de Memo, mientras que Sabrina Jiménez Núñez lo fue de Gabino. Evidentemente, salieron a relucir las credenciales y la presunción de los cargos que cada uno ostenta. Gabino confiaba en ganar sin complicaciones. A fin de cuentas, su candidata era un buen perfil, sin embargo, de nuevo minimizó la perversidad de su compañero, pues, como se recordará, fue Gabino quien lo hizo, le dio todo y luego, cuando Memo tuvo poder, lo traicionó.
Así, Memo regó el rumor de que ya contaba con el visto bueno de Rosa Icela Rodríguez y que ella misma había autorizado que él impusiera al secretario. Al no caer en la mentira, no se logró el consenso y se tuvo que recurrir a una elección entre los 70 consejeros. 41 se pronunciaron a favor de Grimaldo y con ello se consumó el triunfo de Memo, sin embargo, hay quienes aseguran que la elección no estuvo limpia, pues el delegado presionó, chantajeo y hasta amenazó a los consejeros para que votaran a favor de su candidato.
Como sea que hayan sido las cosas, Morena ya tiene nuevo secretario y es nada más y nada menos que un excandidato a diputado local de Nueva Alianza.
Cavilaciones.
Primera: En Pozos, ya no ven lo duro, sino lo tupido. Los habitantes del municipio 59 sufren las de Caín porque el consejo municipal no atiende las demandas de servicios básicos. Y vendrán cosas peores, dice la biblia.
Segunda: Cuentan que el presidente municipal de Catorce, Javier Sandoval, presume que le ofrecen el manejo del Partido Verde en el Altiplano si se cambia de Nueva Alianza al partido en el poder. El señor no representa ni tres mil votos. Tontito él y tontitos los que le hicieron la propuesta.
Tercera: Alguien debe poner atención a los incidentes en los antros de la capital potosina. Nadie quiere otra tragedia ¡Miau!