La presidenta estatal de Morena, Rita Ozalia Rodríguez Velázquez, trabaja en la construcción de un andamiaje que le permita dejar lista la plataforma que, desde el partido, trabajará para busca la gubernatura del Estado en el 2027.
Con el soporte de su hermana Rosa Icela, futura secretaria de Gobernación (hoy bastante lastimada tras la captura, entrega o secuestro de El Mayo Zambada), Rita parece que no aprendió la lección que le llevó a obtener una vergonzosa derrota en los comicios del pasado 2 de junio en los que compitió por un asiento en el Senado de la República.
Este fin de semana hizo publicar una fotografía en la que aparece con el trío de presidentes municipales más corruptos del Altiplano: Iván Estrada de Matehuala, (procesado por la presunta comisión de diversos delitos, entre ellos desvío de recursos públicos y probables vínculos con el crimen organizado -hay audios como prueba-) Howard Aguilar, también envuelto en un serio saqueo de recursos en Cedral donde no pudo lograr tres mil votos para que su esposa, Lupita de la Garza, lo sucediera en el cargo y Jorge Armando Torres Martínez de Villa de la Paz, también señalado por corrupción.
Parece que, en Morena, les gustan los personajes sórdidos como esos alcaldes que concluyen su encargo el próximo 30 de septiembre y que ya se ven con sendos cargos en el Gobierno Federal y es que Rita trae cartera abierta para dar y prestar posiciones pensando que es así como se finca un proyecto político.
La semana pasada, firmó un acuerdo de paz con el gobernador Ricardo Gallardo, mismo que olvidó horas después. El juego de Rita es buscar la candidatura al Gobierno del Estado, consciente de que su hermana lleva mano, pero por si eso no ocurre, tiene listo al tanquianero Gerardo Sánchez, para ofrecerle la posición en charola de plata.
Lo que se dice es que, tras los acuerdos fallidos del 2 de junio, el huasteco dejó de confiar en la dirigente morenista porque, además, tiene derecho de picaporte con Rosa Icela ¡Miau!
Y vendrán cosas peores, dice la Biblia.
Cavilaciones:
Primera: Las huestes del Gato Filósofo aseguran que, colaboradores del alcalde Enrique Galindo, están a punto de dispersar gas picapica para que no se les acerque la regidora, Martha Orta, que se pone en todas las fotos de eventos, arranques de obra, recepciones, comilonas, gorras y toda actividad donde esté presente el edil. La priísta quiere hueso en el segundo periodo de Galindo y por eso se hace presente hasta en la sopa. Dicen que, si el alcalde busca la gubernatura, son esas garrapatillas energéticas las que se debe sacudir ¡Miauuuuu!
Segunda: Los bomberos solicitan el apoyo de la población para lograr que les reconozcan sus derechos laborales. Para este lunes, están convocando a una manifestación. Hasta el momento, ninguna autoridad se quiere pronunciar respecto del tema. El secretario del Trabajo, Néstor Garza, le anda buscando tres pies al gato. Todos están convenientemente callados, sobre todo, los organismos empresariales que son a quienes los bomberos proporcionan mayores servicios.
Tercera: Cuentan que el contralor general del Estado, Sergio Arturo Aguiñaga Muñiz, anda haciendo preguntas muy capciosas en la FGR en México, pero ¿qué necesidad?