La pandemia de covid-19 se convirtió en la excusa perfecta para dejar de hacer muchas cosas y el delegado de la Cruz Roja, Jesús Ernesto de la Maza Jiménez, supo aprovechar muy bien el pretexto para luego exprimir y hacer de las suyas a costa de la benemérita institución, al grado de que, a la fecha, la tiene en un colapso total que impide dar hasta los mínimos servicios para los potosinos.
Ayer, martes 12 de noviembre, se dio a conocer el cierre «temporal» del Área de Socorro, de modo que, una vez más, no habrá quien pueda atender las urgencias que pudieran presentarse. Este no es el primer cierre que se hace. En diciembre de 2022, cerró el turno nocturno, asegurando que no tenía los recursos suficientes para operar.
De la Maza Jiménez se convirtió en el sepulturero de la Cruz Roja porque, si bien, la pandemia pegó con fuerza a todas las instituciones de salud, él no ha mostrado el menor interés para gestionar recursos, emprender proyectos y atender con puntualidad las responsabilidades que le corresponden como delegado, por el contrario, ha pretendido nadar de muertito y esperar a que las cosas se solucionen solas. Hecho que nunca pasará.
El Centro Universitario ha colapsado, no hay equipo para atender a quien lo necesita, la delegación de Tamuín está en ruinas, la de Rioverde también, en Matehuala no responden llamadas. La situación es crítica y De la Maza se lava las manos asegurando que no hay dinero, pero cómo va a haber si hay evidencia de cómo proponía emprender proyectos «indecorosos» con los donativos.
Es urgente que le den un nuevo rostro a la institución, que se atiendan los problemas que enfrenta y que se garantice una atención eficaz para los potosinos quienes, cabe mencionar, siempre han mostrado disposición para apoyar a la institución, pero nunca habrá dinero que alcance si hay alguien como De la Maza administrándolo.
Cavilaciones:
Primera: El arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, fue reelecto como tesorero del Episcopado Mexicano. El jerarca católico refrenda con ello su capacidad y honestidad en el máximo organismo de la Iglesia Católica Mexicana.
Segunda: Alguien debería revisar el funcionamiento de las empresas de seguridad privada porque se andan pasando de la raya con los empleados a los que someten a turnos hasta de 72 horas, no pagan ni el salario mínimo y generalmente no les otorgan las prestaciones de ley.
Tercera: El dólar rondó ayer los 20.60 pesos. Agárrense porque si sigue subiendo rendirán mucho más en la próxima Navidad ¡Miau!