Un ajuste de cuentas ensombreció la tarde de muchos potosinos que paseaban por la Plaza El Dorado. Quedó claro que no se trató de un asalto, ni de un accidente; se trató de un acto premeditado, de una lucha de poder entre dos grupos que terminó con la muerte de un hombre de 27 años identificado como Jonathan Iván, supuesto integrante del Cártel de Los Independientes.
Quienes estuvieron en el lugar, dan testimonio del horror que se vivió luego de que se escucharon las primeras detonaciones de arma de fuego y las personas comenzaron a correr en todas direcciones buscando refugio, mientras que los dueños de locales bajaban sus cortinas a toda velocidad para protegerse.
Es horrible pensar en lo que pasó y lo que pudo pasar. La Fiscalía, el Ayuntamiento de la capital y la Secretaría de Seguridad confirmaron un muerto y un herido. El occiso contaba con un negro historial delictivo, según distintas fuentes, el herido es un guardia de seguridad privada que intentaba ganarse la vida.
Sí, es cierto que se aclaró que fue un problema de grupos criminales, eso suaviza un tanto las cosas, porque confirma que no se está atacando a la población abierta, que los civiles de a pie estamos a salvo, pero el hecho de que se estén presentando este tipo de sucesos confirma que la inseguridad ha vuelto a las tierras del Potosí. El mensaje del grupo criminal que ejecutó a Jonathan Iván fue bastante claro.
Fue un lunes negro para la capital; temprano, también se registró un enfrentamiento a las afueras de un famoso table dance cerca de la carretera 57. Aquí no se reportaron heridos, pero qué susto se llevaron las personas que estaban en la zona.
No se duerma, general Guzmar. No se duerma, comisario Villa. Tienen mucho por hacer como principales responsables de la seguridad de los potosinos.
Cavilaciones:
Primera: El Museo Laberinto cumplió quince años sin vestido de fiesta, sin fiesta y sin dirección. Tras la misteriosa salida de Marcela González, la Junta de Gobierno no ha podido elegir un sustituto ¿Será que no hay perfiles?
Segunda: En la Contraloría General del Estado traen un forcejeo con la ASE, se quejan de que no les cuadran los números de las revisiones a dependencias estatales.
Tercera: La Cruz Roja dará mucho de qué hablar en los próximos días. Resulta que el delegado, Jesús Ernesto de la Maza ha convertido en una escuela patito la universidad de la institución al desincorporarla de la UNAM y hay cosas peores.