Cuando un político anda en campaña, promete el sol, la luna y las estrellas, dice que volverá a su distrito, que no se olvidará de la gente, que consultará con el pueblo los temas importantes y que sabrá llevar, con dignidad y respeto, la voz de la gente al cargo al que aspira, pero todo queda en palabra, pocas veces se le ve de vuelta, casi nunca regresa y, si lo hace, no platica con los ciudadanos, ahora es un perfil ocupado que siempre anda a las carreras, así que, ni pensar en que podría consultar el sentido que podría darle a algún voto emitido en el pleno. Eso es absurdo.
Lo que describo no es nuevo. Ha pasado en muchas ocasiones, pero el contexto que, actualmente vive México, donde se presume que las decisiones que están tomando las cúpulas corresponden a un reclamo legítimo del pueblo, pone sobre la mesa, una vez más este tema y, sin querer, evidencia el abandono en que yacen los ciudadanos por parte de los políticos que dizque los representan. El caso es mucho más notorio cuando se trata de diputados federales. La mayoría, por cierto, son completos desconocidos entre la gente.
¿Alguien vio, por ejemplo, al Chiquis Fernández consultar con la gente del Distrito II sobre la reforma al Poder Judicial? ¿A Óscar Bautista? ¿A David Azuara? ¿A Chelita Gaitán? Y no se vale decir que hubo foros para el caso de los diputados aliados de la 4T, porque esos eventos, cargados de simulación, si acaso llegaron y le dijeron a la gente lo que se haría. No fue una consulta real.
Ahora, con la reforma al INFONAVIT, hay mucha gente que no tiene ni la más remota idea de lo que implica el proyecto y el hueco está siendo aprovechado por la oposición para vender ideas de terror que, bien podrían ser ciertas, pero bien podrían ser falacias. A lo que quiero llegar es que los diputados no se han molestado en informar lo que están haciendo. No me salgan tampoco con que ya llegará el tiempo de los informes legislativos. Tremendo insulto a la inteligencia del pueblo. Informar lo que ya se hizo no es representar a la ciudadanía, es tomar decisiones personales y culpar de los resultados a la gente.
Se legisla en silencio, desde una perspectiva personal y en atención a la línea de un partido o de un movimiento político, pero ya que caen en el agravio, de perdido tengan la decencia de decirle a sus representados lo que están haciendo.
Cavilaciones:
Primera: Quien sigue con sus abusos, es el presidente municipal de Rioverde, Arnulfo Urbiola. El señor hostiga a los regidores de oposición, los terrorea con anónimos, les retiene sus salarios, no les pagó aguinaldo. No le gusta que lo cuestionen. Se le olvida, al tirano de pueblo, que el Cabildo, para eso está.
Segunda: Tras la muerte de Paquita la del Barrio, en San Luis Potosí ya andan organizando el montaje de antros de despecho (así se les llama) para todos aquellos que andan heridos y quieran sacar su dolor y frustración con las canciones de la icónica cantante ¡Quién se apunta?
Tercera: Con la novedad de que, en el Poder Legislativo, cupido anda con todo. Las parejitas ya no se esconden. Y hay de todo… como diría una célebre candidata de belleza “mujer con mujer, hombre con hombre y mujer con hombre, del mismo modo, en el sentido contrario” ¡Miau!
