El alcalde con licencia de Cárdenas, Jorge Omar Muñoz Martínez, se convirtió, a partir de este lunes, en un blanco de señalamientos por presuntos nexos con el crimen organizado luego de que el lunes por la mañana le arrojaron cinco cuerpos en las escalinatas que conducen al Palacio Municipal.
El hombre fue electo en el 2018 y en el 21 se reeligió, convirtiéndose en uno de los perfiles más importantes del Partido Verde en la Zona Media.
Desde hace tiempo, en Cárdenas, se sabía de los vínculos de El Melones, como se le conoce comúnmente, con grupos delictivos. Se sentía tan superior que enviaba audios despotricando contra el gobernador pretendiendo tener el mismo estatus nada más porque tenía una mejor camioneta.
El Melones, según las voces del pueblo, ha abusado de muchos menores, pero nadie se ha atrevido a denunciarlo. Sus víctimas viven en silencio el drama de las agresiones sexuales a manos de este político. Y no hay que ser policía investigador para saberlo, basta con explorar las redes sociales para enterarse.
Fue el periodista Héctor de Mauleón, sin embargo, el que puso el dedo en la llaga con su afirmación que coloca a Muñoz con miembro del cártel de Jalisco y socio del tráfico de migrantes, entre otros tantos ilícitos que se le atribuyen.
¿Puede un alcalde vincularse a un grupo y pasar desapercibido? ¿Hay, oficialmente, una investigación de la Fiscalía General de la República en su contra? ¿Los militares estaban enterados? ¿La Guardia Nacional no sabe lo que ocurre en Cárdenas? El Gato Filósofo piensa que todos le hacen al tío Lolo.
Cavilaciones:
Primera: En el proceso de elección de rector, perversamente, la “Ecuación Corrupta” está comprando a los consejeros alumnos. Por si están con el pendiente; chavos véndanse bien, porque los tienen grabados a todos. Esperen noticias
Segunda: en Tamasopo, el granuja de Tito Fortanelli, por sus pistolas, decidió disparar los precios de entrada a las cascadas. Vamos a ver quién es el valiente en el Gobierno del Estado que lo mete al orden.
Tercera: Tremenda mordidota se dio el titular de la Comisión Estatal del Agua, Benjamín Álvarez, pues luego de darse los aires de puro y de efectivo, la empresa que administraba el Tanque Tenorio, Veolia, rompió el silencio para reclamar el pago de un adeudo millonario que tiene la dependencia estatal y que se ha negado a liquidar. La planta tratadora sigue siendo un peligro para los vecinos y el funcionario estatal es un peligro más por la lengua tan larga que tiene y por su inexperiencia en estos temas.
