Desde hace varios meses, en San Luis Potosí se comenzaron a ver decenas de espectaculares en los que se promocionaban los rostros y nombres de distintos actores políticos, los mismos que, curiosamente, manifestaron sus intenciones de contender por algún cargo de elección popular en las elecciones que se llevarán a cabo el próximo domingo 2 de junio, pero todas las autoridades callaron, nadie dijo nada. No hubo sanciones ni el menor de los apercibimientos.
No, no es que las autoridades sean cómplices o que se hicieran de la vista gorda, es obvio que vieron tremenda publicidad. Lo que pasa es que los aspirantes supieron encontrar la manera de mantenerse al margen de la ley; no se promocionaron como candidatos ni como aspirantes, ni llamaron al voto, ni siquiera mencionaron algún partido. Con ello, lograron evadir toda responsabilidad.
Algunos presumieron sus logros como funcionarios públicos o representantes populares (esa fue la estrategia que implementaron algunos diputados, los más atrevidos, incluso, se animaron a decir que era parte de su «Segundo Informe de Actividades»), otros tantos recurrieron a medios de comunicación (en esencia, se promovía el medio, pero el perfil político como figura central), los restantes se valieron de organizaciones civiles y con esa excusa se promovieron. Hay de todo en la viña del Señor.
Los opositores respingaron, pero comenzaron a hacer mutis cuando la gente de su mismo partido imitó la práctica de los espectaculares. No se puede juzgar algo que también se hace en casa ¿verdad? Así, panistas, priístas, verdes, morenos y muchos más iniciaron una guerra política y electorera por medio de los espectaculares.
La guerra en cuestión no pasó berrinches y las acusaciones infundadas hasta que, de unas semanas para acá, comenzó a cobrar fuerza y se manifestó en hechos físicos. En resumen «la gente de mi partido puede poner espectaculares, pero tú no». Esa fue la máxima que comenzó a aplicarse y se hizo muy evidente en la Huasteca donde comenzaron a robarse las lonas de Morena, Gabino Morales y Rita Ozalia ¿Quién podría estar detrás de tan inocente travesura?
Los espectaculares podrán ser legales, pero no son éticos, porque representan una guerra desleal, injusta y anticipada. Las autoridades no lo sancionarán, el propio INE ha dicho que no procederá ni siquiera contra aquellos que están en el mobiliario urbano a pesar de que está prohibido por la ley, pero no porque no quiera, sino porque los partidos, de nueva cuenta, encontraron la manera de burlar la norma.
Si todo se queda en una guerra insulsa de espectaculares no habrá mayor problema, pero si empiezan con cositas como las cabezas de puerco, los autoatentados, el vandalismo y las agresiones descaradas… ¡Esto se va a descontrolar!
Mejor no digo más para no dar ideas.
Cavilaciones:
Primera: La secretaria de Comunicaciones y Transportes del Gobierno del Estado, Araceli Martínez Acosta, estaría dejando el cargo el día 15 de enero. Se cree que irá por una diputación local.
Segunda. En Tamazunchale, andan los grillos bien alborotados. Por lo menos, hay 10 aspirantes a la Presidencia Municipal, pero Baldemar Orta es el más aguerrido, parece que Pepe Meza no tendrá fácil la reelección.
Tercera: Según la revista Expansión, San Luis Potosí es una de las cinco ciudades con mejor calidad de vida en México. ¡Ay, nomássss! Diría Clavillazo. Tanto impacto tuvo el informe que hasta el gobernador, Ricardo Gallardo, lo presumió en sus redes como un logro.