A mediados del pasado mes de agosto, el Congreso del Estado eligió a María Teresa de Jesús Rivera Acevedo como concejal presidenta del recién creado municipio de Villa de Pozos con la finalidad de que fuera ella quien encabezara los trabajos de la administración que comenzó el 1 de octubre y que se prolongará hasta el 30 de septiembre de 2027, sin embargo, en los hechos, en la realidad, en el día a día, no es ella quien gobierna el pueblo y la situación se ha vuelto tan evidente que ya raya en el descaro.
Tere, como le gritaban los soledenses que fingieron ser poceños y que estuvieron presentes en la plaza donde se rindió la protesta de ley, fue candidata a presidenta municipal de Charcas y, aunque ha intentado justificar sus orígenes, es claro que tiene un arraigo en el Altiplano, factor que, ciertamente, no le impide asumir funciones en Pozos, pero que sí pone en evidencia la trayectoria política que tiene y el proyecto del que ha formado parte desde hace muchos años, al que, desde luego, es bastante fiel.
Esa fidelidad es lo que le permitió figurar como un perfil idóneo para convertirse en presidenta del Concejo Municipal, aunque insisto en que no es ella quien ha tomado las riendas de la administración. Lo habrá hecho de nombre, de palabra o de imagen, de fachada, pero es alguien más quien está detrás de todo esto. Algunos podrían decir que es René Oyarvide, el exdiputado local y excandidato a senador de origen huasteco que se ganó la rifa del tigre y que, ahora, ciertamente, tiene mucho poder en el municipio, pero todas sus funciones y movimientos están controladísimos. No respira si no se lo ordenan.
A ratos, pareciera que René es quien lleva las riendas, porque parece ser más aventado, porque muestra cierta experiencia, pero nadie olvida al abogado tímido e incapaz de redactar documentos, apelaciones o recursos dignos para defender a sus clientes. Aunque parezca, René tampoco es quien gobierna Pozos.
No seré yo quien les revele la información. Es sencilla, elucubren poquito y aten cabos.
Cavilaciones:
Primera: Ha comenzado la campaña de vacunación de influenza y covid, pero a las dos señoras que cobran como jefas en el área de Salud, Elizabeth Dávila y Leticia Gómez Ordaz, siguen en Babia ¡Miau!
Segunda: La transición de la empresa Aguas del Poniente al control del Ayuntamiento capitalino ya camina de la mano de César Contreras Malibrán. Es un gran reto, pero el señor tiene experiencia y mucha mano izquierda para apretar cuando se debe. El manejo del abasto, saneamiento, mantenimiento de las redes y cobranza del vital líquido a los exigentes clasemedieros y ricos de San Luis no es una tarea fácil.
Tercera: Los participantes del Torneo Nacional Charro sí que mueven la economía. Ayer abarrotaron los restaurantes de la capital potosina. Sí las traen ¡Grrrr!
