Rafael Caro Quintero, Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, los hermanos Miguel y Omar Treviño Morales, conocidos como ” Z-40” y “Z-42”, respectivamente, son algunos de los nombres que figuran en el listado de los 29 narcotraficantes que extraditó el Gobierno de México a Estados Unidos a petición de una solicitud realizada por el vecino país del norte para que pudieran responder por los cargos que se les imputan.
La noticia ha generado toda clase de opiniones; hay quienes celebran el valor que tuvo la presidenta Claudia Sheinbaum para entregar a los capos. Algunos otros lo ven como un acto desesperado de colaboración con Estados Unidos para impedir que sigan las tensiones derivadas de las fuertes amenazas que ha proferido el presidente Donald Trump. Cualquiera que haya sido la razón… a lo hecho, pecho.
La pregunta, ahora, es ¿Qué nos espera? No podemos olvidar que, hace apenas unos días, el propio Mayo Zambada advirtió que, si el Gobierno de México no lo repatriaba, colapsaría al país. Con la extradición de estos criminales ¿Se corre el riesgo de que también haya un colapso?
Las cosas, evidentemente, no se van a quedar por la paz. Los capos extraditados no dejan de ser líderes de grupos importantes que, por cierto, durante muchos años mantuvieron una enorme hegemonía en el país. Sería ingenuo creer que cruzarán los brazos y aceptarán su destino.
En el mejor de los casos, si deciden dejar las cosas por las buenas, es muy seguro que habrá otros grupos interesados en controlar la plaza y eso estará peor, porque, si bien, puede que no haya enfrentamientos entre grupos contrarios, sí los habrá entre criminales y corporaciones policiacas que buscarán frenar el paso de las agrupaciones.
Que Diosito nos agarre confesado. Es bueno que se los lleven. Es una proeza de la presidenta Sheinbaum porque hizo lo que pocos han hecho, pero nadie puede garantizar que habrá paz y tranquilidad como resultado de esta estrategia. Por cierto, tampoco hay que quitarle le ojo de encima al insaciable Estados Unidos.
Cavilaciones:
Primera: Tras 11 meses en prisión, el exdiputado panista, Rolando Hervert fue trasladado ayer a su domicilio. Seguirá su proceso penal en arresto domiciliario. Le imputan diversos delitos relacionados con manejos irregulares de recursos en la administración del priísta Juan Manuel Carreras.
Segunda: El secretario general de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, fue visto ayer en un restaurante del centro de la ciudad. Comió con su familia y se le notó muy tranquilo y seguro. Se ve que tiene todo bajo control ¡Miau!
Tercera: Porros de la época oscura de la UASLP ya andan fregando la borrega en busca de influir en la elección de consejeros alumnos y maestros en la Universidad. Ni Dios lo mande. Este felino les platicará las andanzas de estos seres maléficos, cochinos, trompudos, gandallas y perversos.
