El amor y la camaradería llegó a su fin entre los señores y las señoras diputadas; atrás quedaron esos tiempos en los que se juraban amistades inquebrantables y compromisos muy firmes para trabajar por San Luis Potosí. Ahora todo tiene tintes políticos y lo único que importa es llevar agua para sus respectivos molinos sin importar que, en esos juegos, los potosinos queden chiflando en la loma.
En el horizonte, se avizoran tiempos de tempestades porque la LXIII Legislatura pinta para ser la más inodora, incolora, insípida e inoperante de la historia. Es cierto que no es una legislatura de escándalos, aunque sí han tenido algunos deslices que han manchado el trabajo, como esas asignaciones de presupuestos para hacer consultas que no tienen valor ni trascendencia o las acusaciones por engordar la nómina con el argumento de que son temporales.
Lo cierto es que los diputados no fueron capaces de construir una agenda legislativa a favor de los potosinos porque simplemente no les interesó trabajar a favor del pueblo, no supieron ser un contrapeso mas que cuando les convenía y por temas que no precisamente representaban un beneficio para el pueblo. El Congreso ha sido un espacio para tirar cañonazos a los enemigos políticos o para conseguirse beneficios personales. Pruebas de eso, hay muchas, ¿verdad, Lolita, Konishi, Chiquis, Cinthia, Liliana?
Tan poco es el interés que tienen (o la conveniencia) por atender ciertos temas que, por ejemplo, la Auditoría Superior del Estado ya va para dos años sin titular, en su lugar, una encargada de despacho no hace más que atender órdenes superiores. De la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales no se habla y seguro la bancada de Morena es la menos interesada en que se nombre a un titular… bueno, en muchos órganos públicos hay deficiencias, fruto del poco trabajo legislativo.
Dicen que cada legislatura es peor que la anterior, pero los actuales diputados se están esforzando para dejar la vara muy alta y es que a estas alturas ya no hay mucho que se pueda hacer. Ahorita andan de vacaciones, muy cansados del pasado periodo, volverán en unos meses casi que a despedirse porque luego llegarán las elecciones y el pueblo les importará, pero para que les den el voto. Ahorita ya no habrá trabajo, puras grillas.