
Hace unos días, el 7 de noviembre, María Manuel García Cázares encabezó, como titular de la dependencia, la presentación del Informe Anual de Actividades de la Fiscalía General del Estado. En un evento modesto, la abogada del estado enlistó los logros, los puntos que se están trabajando y los retos que todavía se deben enfrentar para mejorar el acceso a la justicia a favor de los potosinos. Ciertamente, no hay mucho que se le pueda cuestionar pues, como se recordará, fue apenas a finales del pasado mes de mayo cuando asumió funciones.
Ahora, para cumplir con lo que corresponde en cuestiones legales, Manuelita deberá presentarse ante el Congreso del Estado, responder a los cuestionamientos de los diputados y, con ello, cerrar el ciclo que corresponde a estos primeros meses de su administración como procuradora de justicia.
Según se convocó, será en punto de las 9:00 horas de este martes 26 de noviembre cuando la fiscal general acuda al Pleno Legislativo, ahí deberá someterse al escrutinio de los diputados que, ciertamente, no prometen mucho. Sin ser pitoniso, sin saberle a esas artes de la videncia, estoy seguro que el encuentro será de lo más cordial, que transitará sin contratiempos y que, al final, todo quedará en orden, tranquilito y con el compromiso de seguir sumando voluntades para atender las demandas del pueblo potosinos.
Y es que, vamos, qué se le puede cuestionar a la fiscal. Si no hay avances sustanciales en materia de investigación es porque no hay personal suficiente y eso se debe a la falta de recursos, mismos que son controlados por el Ejecutivo y el Legislativo. Si no hay mayores condenas o si hay muchos delincuentes en la calle, es responsabilidad de Seguridad Pública que no cuenta con las estrategias necesarias para detenerlos o del Poder Judicial cuyos jueces no han sido capaces de condenar a los criminales (en muchos casos, a pesar de la evidencia).
Manuelita es una mujer muy capaz. Tiene la experiencia necesaria para el cargo, pero en esta ocasión es poco lo que se le puede juzgar. Tiene poco tiempo en el cargo y me atrevería a decir que le ha tocado hacer, lo ha hecho bien. Sin duda, entrega buenas cuentas.
Cavilaciones:
Primera: María Teresa Rivera, concejal presidenta del municipio de Villa de Pozos, ya no ve lo duro, sino lo tupido. La señora no tiene NPI de sus responsabilidades. Como toda persona mediocre, busca a quien responsabilizar de su incompetencia. Que alguien la oriente o que, si no puede, pues que renuncie.
Segunda: No es por intrigar, pero un pajarito le dijo a este felino que San Luis Potosí sí está en el radar del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y que más de una docena de alcaldes deben poner sus barbas a remojar porque les puede caer el “Operativo Enjambre” ¡Miau!
Tercera: En Villa de Zaragoza, se quejan de que no hay servicios médicos ni medicamentos y que nadie se hace responsable. A ver si la alcaldesa, Amada Zavala, se pone a trabajar. Lo mismo que las instancias estatales responsables del tema.