Nadie logra explicar con claridad lo que sucedió, tampoco se han asumido las culpas ni las responsabilidades por todos los daños que se registraron, lo cierto es que hubo afectaciones de consideración y una lluvia de mentadas por caos que se generó por la puesta en operación de los semáforos ubicados en la glorieta ubicada en la salida a Guadalajara, hecho que provocó que este lunes 26 de febrero miles de estudiantes no pudieran llegar a la escuela, lo mismo que un montón de trabajadores también se vieran en apuros para llegar a sus fuentes de empleo.
Desde el pasado fin de semana se puso en marcha el sistema de semáforos inteligentes. Las máquinas, supuestamente, tenían la capacidad de identificar cuáles eran las vialidades con mayor carga vehicular y, de esta manera, con su inteligencia artificial, tendrían la capacidad de agilizar la circulación. Pintaba bonito, un gran beneficio para los potosinos.
La realidad, sin embargo, fue completamente diferente. Las computadoras fallaron y, con ellas, colapsó toda la ciudad, pues se generó un embotellamiento atroz que dio pie a retrasos de hasta dos horas, molestias al por mayor y afectaciones en la dinámica regular de los potosinos; en cuestiones laborales, educativas, económicas y de movilidad.
Las autoridades se dieron cuenta del problema y decidieron recular. Ya entrada la tarde del mismo lunes, informaron que se suspendería la operación de los semáforos y que la glorieta recuperaría su rutina habitual. El proyecto fracasó terriblemente.
Al final, además de culpas y responsabilidades, lo que queda evidenciado es que no se hizo el estudio adecuado para poner en operación un sistema de esta naturaleza y, encima, también se confirma que la ciudad ha tenido un crecimiento vertiginoso y que todas las vialidades ya están más que rebasadas. El discurso de «utilice vías alternas» ya no aplica, porque ya no existen vías alternas.
San Luis requiere una reingeniería vial de urgencia, porque es claro que no se va a detener el crecimiento y que, a estas alturas, ya existen muchos puntos que colapsan en su totalidad y que, con ellos, colapsa la ciudad. Urbanistas, expertos en movilidad y autoridades deben aplicarse para atender este problema que resulta tan urgente como la inseguridad, el agua, la salud o la educación.
Cavilaciones:
Primera: Cuentan que el PAN se desmorona en la Huasteca y que la fuga de liderazgos hace más fuerte a Morena en la región. Si no hacen algo pronto, la actual dirigencia terminará como sepulturera de lo que alguna vez fue un gran bastión del blanquiazul.
Segunda: En lealtad a su amigo, el gobernador Ricardo Gallardo decidió que no habrá un nuevo secretario de Desarrollo Social. Si Nacho Segura no queda de senador, podrá volver a su empleo de titular de despacho. Dicen que amistad que no se refleja en la nómina, es pura demagogia.
Tercera: La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Huasteca, seguro dejará un mensaje político. El Gato Filósofo estará más atento que nunca a sus movimientos.