La visita, a San Luis Potosí, de Claudia Sheinbaum y del presidente Andrés Manuel López Obrador en su gira de despedida, permitió, una vez más, dejar en claro que los partidos Verde y Morena son, aquí, como el agua y el aceite.
En esta ocasión, los organizadores del mitin con temática económica tuvieron el cuidado de instalar corrales para evitar desfiguros y reyertas como los que protagonizaron en campaña.
Por el lado de Morena, Rita Ozalia Rodríguez, la dirigente estatal, borracha de importancia porque su hermana, Rosa Icela, será la próxima secretaria de Gobernación, mandaba y ordenaba con soberbia.
Mario Godoy, hermano de la futura consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, también se sentía dueño de la casa. Mario ha procurado ser discreto desde que llegó a territorio del Potosí, pero comienza a sentir que tiene futuro, que es guapo y poderoso.
Por el lado del Partido Verde, se sabe que el único que manda es el gobernador, Ricardo Gallardo y fue así como verdes y morenos se desgañitaron buscando demostrar supremacía a la presidenta electa.
A López Obrador poca atención le ponen ya los beneficiarios de los programas sociales. A Marcelo Ebrard, futuro secretario de Economía, los asistentes del mitin ni siquiera se percataron del descalabro que le puso Donald Trump desde su campaña a la Presidencia de Estados Unidos, donde lo tachó de estúpido.
No, a los verdes y morenos no les importa si el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, es doctor. Tampoco si el tanque de gas de 30 kilos subirá a 800 pesos, o si el litro de gasolina y diésel subió el fin de semana porque el Gobierno Federal redujo el subsidio. No, a los morenos y verdes les interesa tener el cariño de Claudia Sheinbaum que sólo expresó emoción cuando vio a la hermana de Rosa Icela Rodríguez y corrió a abrazarla. Obviamente los ayudantes de la morenista hicieron circular el video, sin embargo, ya se vio que el amor de Sheinbaum no le alcanzó para ser senadora, para ganar una elección estatal hay que trabajar en todo el Estado.
De ambos lados mandaron sus versiones de desprecio pueriles y tontas intentando posicionar sus yerros, pero una cosa es cierta. Claudia Sheinbaum sabe que necesita tener gobernabilidad y paz en todo México y que los tiempos no son propicios para crear más conflictos de los que ya sabe que recibirá.
Cavilaciones:
Primera: En los trabajos de preparación para el Tercer Informe de Gobierno, a varios funcionarios les anda urgiendo encontrar algo qué presumir. Ya se los cacharon y a algunos les notificarán sus bajas. El informe será en Matehuala, bastión panista, por cierto ¡Miau!
Segunda: En la Fiscalía General del Estado, la titular, Manuela García Cázares, está siendo atacada por garrapatillas energéticas que han tenido ciertos privilegios a lo largo de la historia y durante la gestión de José Luis Ruiz Contreras. Parece que le hace falta un buen brazo derecho a la fiscal.
Tercera: Dicen que ahora sí; Villa de Pozos será municipio. Todos tienen los dedos cruzados para que no se atraviese un amparo de última hora o que no detecten las fallas que han dejado los diputados en tan desaseado proceso ¡Miau!
